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El 19 de noviembre de 2020 el ministro de Ciencia e Innovación Pedro Duque inauguró la exposición "Santiago Ramón y Cajal", en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid.

El 19 de noviembre de 2020 el ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque inauguró la exposición "Santiago Ramón y Cajal", instalada en el Museo Nacional de Ciencias Naturales. El ministro anunció en dicha fecha el proyecto del gobierno de crear un Museo Cajal en esta legislatura, esperemos que la promesa se haga realidad.

El motivo de la exposición es la conmemoración del centenario de la creación del Instituto Cajal, (fue creado el 20 de febrero de 1920). La exposición, dedicada a la vida y a la obra de Santiago Ramón y Cajal, se nutre de fondos del Legado Cajal, actualmente depositados en el Instituto Cajal del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). La integran fotos, cuadernos, diplomas, herramientas de trabajo, preparaciones histológicas así como objetos personales del científico y de sus discípulos

En la exposición se quiere resaltar la importancia de los descubrimientos de Ramón y Cajal al tiempo que presenta una amplia panorámica de su vida. Cajal recibió el premio Nobel de Medicina en 1928 por sus descubrimientos del funcionamiento de las neuronas y el sistema nervioso. En su época se pensaba que el cerebro estaba formado por multitud de células con prolongaciones que se fusionaban entre sí para formar una extensa red, lo que se había dado en llamar la teoría reticular. Cajal descubrió que las neuronas no formaban un sistema reticular sino que se conectaban entre sí mediante impulsos nerviosos o neurotransmisores químicos. Descubrió este hecho basándose en un método de tintado creado por el italiano Camilo Golgi, científico que recibió también conjuntamente con él el premio Nobel de aquel año. El tiempo demostró que la teoría reticular que postulaba entre otros Camilo Golgi era equivocada y que Ramón y Cajal había dado en la clave del funcionamiento del sistema nervioso cerebral. Sus descubrimientos los presentó en la que se considera su obra más importante: Histología del sistema nervioso del hombre y de los vertebrados.

Fotografía de Cajal con su microscopio.

La exposición que se puede ver en el museo quiere rendir homenaje a la figura de Cajal, gracias a cuyo esfuerzo, la ciencia española logró un gran avance en su tiempo y alcanzó el más alto reconocimiento internacional. Además de su labor investigadora, Cajal se preocupó de combatir el atraso científico de la sociedad española de su tiempo. Defendió la teoría de la evolución cuando todavía era vista con recelo por la mayoría de sus compatriotas, formó parte de la Real Sociedad Española de Historia Natural que acompañó a la creación del Museo de Ciencias Naturales, y en cuyos anales publicó muchos trabajos de investigación. También se interesó por fenómenos como la hipnosis y el significado de los sueños, dejando en este último caso sus estudios sin terminar.

Ramón y Cajal pensaba, como otros regeneracionistas de su tiempo, que la clave para resolver los problemas de España estaba en el fomento de la cultura. Hay que tener en cuenta que en 1920 más del 50% de la población española era analfabeta. Podemos citar al respecto una de sus frases más conocidas, reproducida en muchos escritos y que resume su pensamiento en este campo: “Se ha dicho hartas veces que el problema de España es un problema de cultura; urge, en efecto, si queremos incorporarnos a los pueblos civilizados, cultivar intensamente los yermos de nuestra tierra y de nuestro cerebro, salvando así para la prosperidad y enaltecimiento patrios, todos los ríos que se pierden en el mar y todos los talentos que se pierden en la ignorancia”.

La exposición comienza analizando sus años de formación y muestra varias facetas de su juventud en los que se forjó su férrea voluntad que luego le sirvió para su carrera científica. Un ejemplo de esta férrea voluntad: se cuenta cuando, tras un desencuentro con compañeros de clase que se burlaron decidió aficionarse al ejercicio físico, tras conseguir ponerse en forma en unos meses, logró derrotar al cabecilla promotor de las burlas. Esta intensa preparación física luego le sirvió para superar enfermedades como el paludismo que padeció mientras se encontraba ejerciendo la medicina, sirviendo en el ejército durante la guerra de Cuba.

Acuarela de tema romántico de Ramón y Cajal.

También se menciona su afición en la adolescencia al dibujo y a la pintura en contra de la voluntad de su progenitor, habilidad que utilizó posteriormente para ilustrar sus descubrimientos científicos y para la enseñanza en la universidad. En la exposición se pueden ver algunas acuarelas de sus inicios artísticos y también unos detallados dibujos de la estructura de las neuronas que copiaba valiéndose de sus observaciones microscópicas. En frase de su discípulo Fernando de Castro, que se menciona en la muestra: "Con los dibujos de Cajal, la ciencia se convierte en arte".

Dibujos de Ramón y Cajal del sistema nervioso

Otra de las aficiones de Ramón y Cajal, que se presenta en la muestra fue la fotografía. Se pueden ver aquí como ejemplo diversas obras suyas. Además de practicar esta disciplina Cajal escribió varios libros teóricos sobre el arte fotográfico. Desde 1900 fue presidente de honor de la Real Sociedad Fotográfica publicando en 1912 el libro “La fotografía de los colores", su obra más conocida en este campo, en el que analiza los fundamentos científicos de esta disciplina.

Mujer en el campo. Fotografía en color de Ramón y Cajal.

También se destaca en la exposición su faceta de escritor. Además de sus obras de carácter científico, Cajal escribió sobre variados temas, enjuiciando la sociedad de su tiempo. Entre su producción podemos destacar: “Recuerdos de mi vida”, en el que narra su juventud y sus años de formación; “Reglas y consejos sobre investigación científica” un texto que todavía hoy es un referente sobre la relación del científico con la sociedad; “Charlas de café”, una obra más ligera en donde escribe sobre variados temas cotidianos de su tiempo y “La vida vista a los 80 años”, su último libro donde da un repaso a la sociedad de su tiempo, vista desde los achaques de su vejez.

Diploma en el que se acredita la concesión del premio Nobel a Ramón y Cajal.

En la exposición se pueden ver diversos objetos personales como microscopios, cámaras de fotos, diplomas que recibió en su vida de científico (entre ellos el que acredita el premio Nobel) así como diversa correspondencia manuscrita.

Por último se da cuenta de su legado: la importante escuela de histología que fundó Ramón y Cajal y de la labor de los diversos discípulos que tuvo, como Pío del Río Hortega, Rafael Lorente de Nó, Domingo Sánchez, Nicolás Achúcarro (una joven promesa de la ciencia, malograda al morir a la temprana de edad de 38 años), Jorge Francisco Tello, Fernando de Castro y otros.

Microscopio de Ramón y Cajal.

La exposición permanecerá abierta hasta finales de este año 2021; merece la pena hacer una visita al Museo de Ciencias Naturales de Madrid y al tiempo que se ve la exposición de Cajal, disfrutar también de paso con los fondos de este museo, fruto de antiguas expediciones científicas ahora presentados, tras la modernización del museo, de una manera mucho más didáctica.

 

Viñeta

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