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Este año se ha celebrado la tercera edición del Espora. Se trata de una reunión organizada por la Asamblea Sierra de Pela con el fin de generar contactos, intercambiar ideas y compartir ocio entre los pobladores de las zonas rurales de esa zona norte de la provincia de Guadalajara. A la misma estaban invitados también todos aquellos de otras zonas rurales o de ciudades que estén interesados en conocer la zona o a la Asamblea. En esta ocasión se adelantó la fecha al 14 de junio para no hacerla coincidir con San Juan y así esperar mayor asistencia, pero no fue así, la asistencia fue la misma que el año anterior, esta ocasión probablemente por la falta de información y cartelería, en opinión de la organización.

    Lo que si hubo más fueron puestos de venta de productos artesanos y actividades y talleres. De hecho el montaje de todos ellos provocó un cambio muy significativo en el horario, la asamblea de debate se trasladó de la mañana a la tarde, en ella se debatió sobre la propia Asamblea y sus objetivos. Existe, dentro de la asamblea, un núcleo de personas que se reúne mensualmente en La Miñosa y que coincide prácticamente con los organizadores de los eventos anuales, entre ellos el Éspora, San Chivín y este año el Encuentro de Pobladores. Este grupo proponía avanzar más allá de los encuentros rurales, creando espacios públicos de reflexión y recapacitar sobre la adaptación de los espacios tradicionalmente urbanos a los rurales, puesto que muchos de ellos provienen de ciudades, y, en lugar de eso, apostar por crear nuevos espacios diferentes de lo conocido hasta ahora, alejados de los cánones tanto rurales como urbanos.

    En la Asamblea participaron miembros de otros grupos o asociaciones. Entre ellos los pobladores del pueblo de Fraguas, que apostaban por cambios más radicales, con romper con lo establecido y crear comunidades donde el apoyo mutuo hiciera factible el desarrollo comunitario y el autoconsumo. También asistió la asociación de Pobladores Rurales, ellos tenían un discurso un poco más moderado, destacando las necesidades y carencias que se están viviendo en estos momentos en los pueblos de Guadalajara, tales como la sanidad, la educación, el paro, etc. En este sentido se destacó la dificultad que hay para trasladarse a vivir a los pueblos dada la escasez de trabajo y se animó a la gente a apostar por esta nueva forma de vida procurando unos trabajos acordes con el medio, como pueden ser agricultura, ganadería, construcción, etc.

    El resto del día transcurrió entre la fiesta y la cultura. Hubo talleres para niños y familias, como el Yoga o la Expresión corporal. Montaron un trapecio de circo que los chiquillos disfrutaron enormemente, hubo cuentacuentos, conciertos y actuaciones. Además hubo cerveza artesana que trajeron los chicos de Fraguas, la cuál merece una mención especial. La comida corría a cargo de los miembros de la Asociación La Taina, de Santamera, que prepararon un menú con productos todos sacados de su granja y huerto, consiguiendo así mostrar las posibilidades que da la tierra.