Ha llegado a mis manos un artículo de la revista Magazine En primer plano, realizado por Carlos Manuel Sánchez, Doctor en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid, en el que se hace una critica severa al informe PISA, ese que pone a competir a los adolescentes de multitud de países en conocimientos matemáticos y comprensión lectora. Voy a tratar de resumir estas críticas y contrastarlas con otros periódicos y documentos que he encontrado en la red, además aportaré mi propia opinión basada en mi profesión: profesora de Matemáticas de educación secundaria.

En primer lugar la duda viene de la organización que realiza el informe PISA, se trata de la OCDE, Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. Como su propio nombre indica su objetivo fundamental es el desarrollo económico de los países. No precisamente el desarrollo intelectual o el social, o el nivel de felicidad o tranquilidad de sus habitantes, no. Por tanto, lo que buscan es la manera de que la educación salga lo más rentable y provechosa posible desde el punto de vista de la economía. Y no sólo de la economía de los diversos países que participan, sino de la economía de las empresas que lo realizan, según el artículo son muchos millones de euros los que están en juego, millones que se lleva y se llevará la empresa Pearson. Cuantos más países participen más millones y cuanto más dure en el tiempo más materiales complementarios podrán elaborar: preparatorios de pruebas, programas digitales, cursos, etc.

El informe PISA nace con el objetivo de orientar a los países sobre sus sistemas educativos, es decir, que a partir de los resultados obtenidos cada gobierno vaya modificando o creando leyes educativas cuya finalidad sea encabezar el ranking. Pero ¿orientarlos hacia dónde?, pues hacia unos sistemas educativos que potencien la economía de esos países, de tal forma que las propias pruebas estén relacionadas con la economía y no con los contenidos intelectuales tradicionales. Me explicaré mejor con el caso de matemáticas.

En la página web http://erasq.acer.edu.au/ podéis encontrar las pruebas relativas a los tres ámbitos que se hicieron en el último estudio. Yo he mirado las de matemáticas y las de resolución de problemas. Las primeras son todas de gráficos o geometría y con enunciados casi siempre relacionados con lo económico. En cuanto a los problemas distan mucho de ser problemas matemáticos, son más bien problemas de revista de crucigramas, en los que no se puede decir que se apliquen los conocimientos aprendidos en las diferentes asignaturas, sino que suele ser fruto del entrenamiento en resolución de “acertijos” los cuales gustan a una sección de la población y a otra no.

Los grandes medios de comunicación hacen grandes titulares sobre el informe PISA sin contarnos el método estadístico que está siendo utilizado: un ranking en el que el aprobado es el punto medio de todos los países, es decir no lo que sería deseable sino los que están por encima o por debajo de la media, tampoco nos dicen que las pruebas no son iguales en todos los países ni que se ha comprobado que las diferencias en el propio informe entre países, o regiones dentro de un país, corresponden a factores socio económicos o intelectuales del alumnado (muchas preguntas no se responden con lo aprendido en el colegio), y éstos últimos dependen de una correcta alimentación o de la genética y no a los sistemas educativos empleados.

Es decir que se potencia la competición y se insta a los gobiernos a mejorar en ella, y éstos, para salir airosos, cambian los sistemas educativos con el único objetivo de mejorar en el ranking. De esta forma han aparecido palabros como las “competencias” o los “indicadores” en las programaciones didácticas, que supuestamente están orientados a la aplicación práctica de esas áreas: matemáticas, comprensión lectora, resolución de problemas o ciencias y las cuales, a su vez, conviven con los contenidos tradicionales que son los que sustentan la posibilidad de continuar estudiando. De seguir en esta línea, entrenando a los chavales para pasar con éxito las pruebas por encima de la media y abandonar los contenidos teóricos se podría dar el caso de tener unos alumnos encabezando el informe PISA con 15 años, que sepan mucho de economía, Internet o MP3* pero que no posean la base teórica necesaria para continuar los estudios y nos quedaríamos sin bachilleres ni universitarios ni doctores, claro que ese puede se precisamente el objetivo de la OCDE.

*Una de las pruebas se refiere al uso de un MP3 y el escándalo en las televisiones fue que nuestros estudiantes no sabían usarlo, lo cuál es muy cachondo, por ser imposible.

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