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Consideremos por un momento una bombilla eléctrica de las normales (si se prefiere de las antiguas), llamadas incandescentes. Fueron inventadas por Edison, en una versión que disfrutaba de una vida útil de unas 1.500 horas de funcionamiento. Esta cifra se aumentó, gracias a una investigación profunda, llegando como media a cifras superiores a 2.500 horas.

En este momento empezó a funcionar el sindicato de fabricantes de bombillas, que planteó a sus socios la conveniencia de reducir la vida de sus creaciones, para aumentar las ventas, poder iniciar fabricaciones en cadena más mecanizadas (con ahorro por tanto de mano de obra), con el resultado final de ganar más dinero.

El acuerdo debió llevarse a cabo ya que en estos momentos la vida media que se atribuye a una lámpara incandescente es de 1.000 horas; desde principios del siglo pasado, fecha de los acuerdos de los que se habla, hasta el principio de este siglo la tecnología ha mejorado, las técnicas de fabricación han avanzado de manera impensable para nuestros abuelos, y se han aplicado, en este caso, para controlar en negativo la duración de un producto.

Consecuencia de ello han sido los millones de toneladas de residuos en vidrios, casquillos, filamento, … que han ido a parar a los vertederos, privando a la humanidad de cobre, tunsteno, … en igual medida. Además, las personas han perdido dinero.

El vender productos conscientemente deficientes es una estafa; un crimen, dada la cuantía económica, que ningún Estado ha perseguido. ¿Cómo es posible que un crimen de este estilo se deje ipune? ¿Tiene explicación que se persiga a un carterista y se ampare a esta mafia?

Si, tienen explicación acciones de este tipo. Por una parte no se puede abandonar la idea de que la autoridad sea comprada, cuestión que está de moda; las mordidas, los untos, sobornos, son panes nuestros cotidianos. Pero en este caso existen razones más poderosas para permitir el tipo de acciones que se comentan y merece la pena airearlas.

Las bases de este sistema son las empresas que mueven dinero; si una empresa se hace con unas pocas pesetas de cada persona tendrá los millones necesarios para fundar nuevas empresas que den trabajo, que emitan acciones, que compren aviones para sus ejecutivos, y que puedan mantener este estado de cosas. Se han prohibido las lámparas incandescentes; en este momento se actúa en impresoras, ordenadores, en electrodomésticos, …

La verdad es que este sistema vive de la estafa, del robo de particulares. Este sistema está íntimamente relacionado con el crimen; si defendemos el sistema defendemos el crimen.

¿Cuál es la salida?

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Viñeta

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