Dascanio

El fondo de inversión Brown Pasta Gansa ha decidido instalar un macroparque eólico denominado “Los Molinos del Greco” en los alrededores de Toledo. Los promotores señalan que el proyecto reportaría cuantiosos beneficios a las arcas de BPG y contribuirá a la lucha contra el cambio climático. El calor que hace en la capital regional durante el verano, algo que se agudizará con el previsible calentamiento global, hace inexcusable acometer proyectos de gran envergadura y así contribuir al enfriamiento local.

No llevar a cabo, el proyecto dejaría a la ciudad dependiendo tan solo de los recursos generados por el turismo tradicional siempre sometido a los vaivenes de las modas por lo que esta opción no satisfaría los objetivos de BPG de generar legítima riqueza para sus accionistas. La elección del entorno de Toledo no se ha hecho de manera aleatoria ya que reúne una serie de condiciones que lo convierten en un emplazamiento ideal. Los aerogeneradores pueden ser un elemento dinamizador de la ciudad imperial proporcionando una siempre beneficiosa sombra intermitente a las recalentadas calles de la ciudad. Por otro lado las noches toledanas, iluminadas por las balizas y reflejadas en el Tajo, cobrarían nuevo dinamismo y la luminotecnia parpadeante junto al sonido ambiente de las paletas eólicas haría que el flujo turístico se potenciará.

El parque eólico “Los Molinos del Greco” crearía una sinergia para iniciar otros proyectos de la misma índole en otros lugares. Se trataría de crear una ruta de ciudades eólicas, siguiendo los itinerarios de la ya amortizada ruta del Quijote. Para ello BPG promueve la instalación de macro parques eólicos, además de en Toledo, en lugares tan emblemáticos de la región como Almagro, Alcázar de San Juan o Sigüenza para renovar así sus anodinos paisajes, dotándolos de una imagen paisajística de impacto. La idea es emular la antigua ruta del bacalao, proporcionando a los visitantes de estas ciudades emblemáticas una trepidante estampa de luz y sonido nocturno. Quitando la maleza y las alimañas que se ubican bajo los aerogeneradores, se podría aprovechar para cultivar soja transgénica y criar cerdos de forma intensiva, siguiendo la apuesta porcina regional. Así, a la luz y al sonido se podrían añadir el gusto y el olfato, con lo cual la ruta eólica se podría vender al turismo como dotada de una innovadora explosión de los cuatro sentidos. 

La Red de Ciudades Eólicas de Castilla-La Mancha también podría convertirse en un destino ideal para practicar deportes de riesgo como el aerogeneradoring, que consistiría en tratar de esquivar las palas de los molinos a bordo de alas delta y parapentes.

En cuanto a los puestos de trabajo, en los municipios eólicos de la red, BPG considera que con una adecuada promoción, los aerogeneradores, provistos de llamativos colores, podrían venderse como instalaciones de arte contemporáneo, creando así un importante yacimiento de empleo en el campo del turismo patrimonial. 

Otro nicho laboral que no se podría obviar sería la labor de recolección de aves abatidas por las palas en los parques eólicos. Esto contribuiría a la economía circular ya que la gastronomía local de las localidades de la red también se vería favorecida con la creación de innovadoras recetas. Un plato de ave troceada se podría promocionar creando en las ciudades de la Red una marca de calidad autóctona que también podría abarcar al cerdo eólico de las macrogranjas al haberse criado bajo el beneficioso aire las palas de los aerogeneradores.