El pasado 14 de mayo se celebró el 60 aniversario de la llegada de la congregación de los josefinos a España, concretamente a Sigüenza, que fue el origen de su presencia en nuestro país. En realidad, lo que se conmemoró fueron 61 años ya que el año pasado, cuando correspondía el aniversario, no pudo hacerse la celebración debido a la pandemia.
Para hablar sobre esta celebración y de la congregación en general La Plazuela se puso en contacto con José Ramón Ruiz Villamor, consejero de la Delegación de España, sacerdote ecónomo de la Congregación de San José, como se llama de manera oficial la congregación de los Josefinos de Murialdo.
José Ramón Ruiz Villamor en la entrevista.
En primer lugar Joserra, como es conocido popularmente José Ramón en Sigüenza, nos ilustra de los orígenes y las circunstancias de la creación de la congregación: “Leonardo Murialdo, el fundador nace en 1828, una época en la que la creación de la máquina de vapor pone en marcha el proceso de industrialización en todo el mundo. Hasta entonces la vida en la mayor parte de los países estaba muy reglamentada, el que nacía artesano seguía siendo artesano, pero existía cierta protección social. Por ejemplo, la gente del pueblo trabajaba las tierras que eran propiedad de un monasterio y si tú eras un artesano el monasterio te protegía. Tú le dabas al monasterio la parte que le correspondía, pero si te iba mal la cosecha el monasterio te daba el grano, si te ponías enfermo la botica del monasterio te curaba, existía una protección. Con la revolución industrial todo eso cambió, no existía protección ninguna, si no ibas a trabajar no ganabas dinero, te tenías que pagar tu médico, cuidar tu enfermedad, y trabajabas las horas que fuera. Una de las zonas en las que más se notó la revolución industrial junto a Inglaterra fue Turín en el Piamonte, donde surge la Fiat y otras grandes empresas. Leonardo Murialdo, el fundador de la Congregación, hoy canonizado, y otros como él ante un cambio tan importante, buscan ofrecer soluciones. Piden a los patrones de las empresas que la gente no trabaje más de 8 horas, tutelan a los niños y a los jóvenes que entran a trabajar en las empresas, hablan del trabajo de las mujeres, de las atenciones sociales, ponen en marcha un periódico La Voz del Obrero. Leonardo Murialdo fue rector de una fundación que se dedicaba a recoger chicos sin posibles dándoles un oficio, al comprender que a esa función había que darle una continuidad y se creó una congregación. Se funda en 1873 en Turín centrada en tutelar a los jóvenes, educar en artes y oficios de calidad, crear escuelas agrarias, planteando lo que luego la sociedad con los sindicatos considerará como derechos. La congregación se dedicó a San José porque tenían a San José Artesano como patrono, se va expandiendo por Italia, primero por lo más cercano el reino del Piamonte y luego por el resto del mundo. Llega a España en 1961”.
El patio de los Josefinos de Sigüenza.
Tras esta explicación de los orígenes, preguntamos a Joserra sobre la labor actual. “La Congregación se dedica a la educación del joven, particularmente al joven con dificultades. A lo largo de los años esta educación se expresa a través de centros de formación. En Italia ahora los centros de formación profesional son unos 40. Nosotros aquí en España además del colegio que se abre en Sigüenza, tenemos otro centro en Orduña (Vizcaya) y dos más en Madrid. En la capital estamos en la parroquía del Tío Raimundo, que siempre ha sido muy complicada y en la parroquia del Recuerdo de San Blas, ambas son zonas donde la presencia del joven es muy significativa. La primera escuela que se abre es la de Sigüenza y con una característica muy concreta, como seminario porque en España había mucho niño que entraban en los seminarios, con la intención de que fueran a trabajar a las misiones de América. Al abrirse como seminario constaba por una parte de niños alojados como internos y por otra parte de niños que educas, al margen de la posibilidad de que se dedicaran luego a ser sacerdotes o josefinos. En los años 70 y 80 la actividad se centra ya más en España. La actual sede depende de la Catedral, directamente de los canónigos y de alguna forma los Josefinos dan continuidad a una vocación que es la que da origen al edificio ya que en un principio se construye a finales de la década de 1700 para alojar a la escolanía de la Catedral, con niños internos a los que se educa. En los años 90 del siglo pasado se cierra la actividad de seminario y actualmente se ofrece como Centro de Formación Profesional para el Empleo además de residencia. En estos años además los josefinos abren otra escuela en la localidad de Azuqueca”.
Fachada de la sede de los Josefinos en el callejón de los Infantes de Sigüenza.
Preguntamos a Joserra quienes componen la comunidad de Sigüenza. “Somos cuatro en la comunidad seguntina y las actividades que estamos realizando son dos que dan continuidad a nuestra labor anterior. Una de ellas es la actividad de formación, nosotros ahora estamos haciendo formación para el empleo, que sigue siendo lo que dio origen a la congregación. La diferencia es la edad, entonces los chicos eran de 12 a 14 años, la gente vivía menos, hoy equivaldría a un joven de unos veintitantos años. El alumno tipo al que nos dirigimos es una mujer de treinta y tantos años que se casó, que tiene unos estudios que no completó, que tiene unos hijos ya crecidos y ella se empieza a preguntar qué va a hacer con su vida. La formación que hacemos les da un contenido, una capacitación y también unas destrezas que le permiten entrar en el mundo del trabajo con garantía, con profesionalidad y respondiendo a la vocación que esas personas tienen. Sigüenza vive del turismo, pero necesita profesionalización, por ejemplo la hostelería, de aquí al 2024 la ciudad tendrá una ebullición de personas y nosotros estamos hablando para programar la formación en la hostelería ya que la formación purede aportar mucho. Nuestro centro es un centro de formación homologado por la Junta de Castilla-La Mancha y proporciona certificados de profesionalidad. La mayor parte de la formación que estamos haciendo tiene que ver con la gestión administrativa porque responde a la necesidad mayor que tiene esta zona ya que hay sobre todo empresas familiares que necesitan llevar a cabo la gestión día a día. Hemos propuesto siempre distintos niveles de gestión, empresarial y administrativa y tenemos un nivel bastante alto de contratación al finalizar los cursos. El curso que impartimos actualmente se llama Operaciones Auxiliares de Gestión Administrativa y lleva incorporadas las competencias de nivel 2 de Matemáticas y de Lengua. Esto significa que el alumno o la alumna que entra en este curso no necesita ninguna titulación y el curso con sus competencias le otorga la posibilidad de acceder a otras formaciones de nivel 2 . Esas personas cuando terminan hacen prácticas en empresas y algunos se quedan en ellas. En febrero impartimos un curso de nivel 2 y hace seis meses uno de nivel 3, es decir un nivel tipo diplomatura universitaria. A los docentes de los cursos no solo se les exige que tengan un título sino una experiencia profesional que demuestre que ha trabajado en el sector y procuramos que sean de la zona, de aquí o de Guadalajara, nos movemos en el ámbito de la provincia. La otra actividad que realizamos en Sigüenza es el alojamiento, sobre todo de grupos de chicos aunque también de familias que quieran disfrutar de Sigüenza, se puede considerar como un albergue para grupos juveniles. El alojamiento funciona por el boca a boca, tenemos 20 habitaciones con baño, y una capacidad máxima de 100 personas. La mayor parte de los grupos vienen los fines de semana, se alojan y se autogestionan, a veces hay grupos que nos permiten que nosotros demos lo que se llama la pensión completa. Lo que sacamos de esta actividad de alojamiento es empleado para cubrir los gastos de la otra actividad, la de formación. Tenemos una página web que la gente tiene de referencia alojamientosiguenza.com”
Estatua de San Leonardo Murialdo en el patio de los Josefinos de Sigüenza.
Sobre el futuro Joserra nos habla de un proyecto que vaya más allá de la propia congregación para hacer que confluyan en la llamada familia de Murialdo otras personas que aportan ayudas, ya sea a la formación o contribuyendo económicamente al sustento de las actividades. “El proyecto es que todas estas actividades las vayamos agrupando no solo bajo el paraguas de la congregación, sino bajo lo que llamamos la familia de Murialdo, es decir, entendemos que en este momento la referencia no es solo la congregación. Por ejemplo, un empresario puede ayudar porque él tiene unas necesidades de empresa y en la formación es importante que la empresa se incorpore. Si una empresa se incorpora a la formación tenemos lo ideal, esa empresa tiene la ventaja de que conoce a las personas que forma y puede tutelar. Esa empresa si lo hace en el espíritu que tenemos es mejor, es la idea de familia. El proyecto es cómo podemos llevar de la mano a ese crío, desde que comienza a caminar hasta que accede a su trabajo, por eso hemos pensado que esta familia de Murialdo se articule como instrumento en una unidad que llamamos Fundación Leonardo Murialdo, un concepto más amplio que la escuela en Sigüenza, o el colegio en Orduña. Incluso que cultive su capacidad de relación internacional, es decir si los josefinos están en Italia haciendo esto, podemos trabajar juntos pero con ese trabajar juntos por ejemplo podamos acceder a proyectos europeos que de otra forma no podríamos acceder y que eso repercuta en el territorio en el que estamos. Se trata en una palabra de trabajar con horizontes más amplios”.
Tras la ceremonia religiosa en la conmemoración.
Para terminar Joserra nos dice que la celebración que acaban de hacer no es tanto una celebración de un cumpleaños como la oportunidad de brindar por el futuro. Tras una visita obligada al rico Museo Etnográfico que se encuentra en el centro, nos despedimos, conociendo un poco más de la historia, del presente y del futuro de los Josefinos de Murialdo.