El mundo editorial es muy endogámico…
Es verdad, yo tengo compañeros que son de familias del mundo editorial o periodístico pero también otros que no lo son. Yo soy hija del motelero de Saúca y me siento muy orgullosa.
Otra cosa que Carlota recalca: “Soy producto de la escuela pública, y además considero que tuve una suerte infinita ya que en el instituto éramos cinco personas en clase, en aquel momento el 3º y 4º de bachillerato se dividía en lingüístico, científico y técnico-administrativo, estuve en el lingüístico. Éramos cinco con 18 profesores para nosotras solas.
Todo un lujo. Luego fui a la universidad, pública también, donde hice Periodismo”.
¿Cómo has llegado a ser directora de comunicación de un gigante editorial como es Penguin Random House Grupo Editorial (que es parte de Penguin Random House para el idioma español)?
Entré en este grupo hace 16 años como asistente de prensa de Plaza&Janés. Claro, en 16 años, aparte de que fui mejorando mi posición en la empresa, también el grupo fue agrandándose, uniéndose con otros grupos, comprando editoriales...
¿Y cómo está ahora el mundo editorial en España?
Ahora mismo en España se vende alrededor de un 40% menos libros de lo que se vendía antes de la crisis. Y la piratería de libros también hace un daño tremendo.
Por otro lado, la piratería da acceso a libros a gente que no tiene dinero para comprarse libros…
¡Eso no puede ser! La piratería no es la forma más adecuada de acceder a la lectura. Cuando una persona quiere una chaqueta de cuero que ve en una tienda, no entra a llevársela sin pagar. Lo que no se puede hacer a nivel gubernamental es dejar de dar dinero a las Bibliotecas Públicas, que es la forma de ayudar a leer a gente que no tiene los recursos suficientes para comprarse un libro. Es verdad que en este caso las editoriales también tienen que ajustar más los precios del libro electrónico, en esto estoy de acuerdo.
La piratería no es solo un problema de las editoriales, es también un problema para el autor. Si no se ataja, el autor tiene que dejar de escribir y buscar otra manera de ganarse la vida. Si no hay autores que escriban libros no habrá traductores que los traduzcan, libreros que los vendan, bibliotecas públicas donde poder ir a leerlos y, sobre todo, dejará de haber lectores.
¿Qué piensas del libro electrónico?
En España las ventas del libro electrónico son muy bajas comparadas con Estados Unidos, por ejemplo, entre otras cosas porque se piratea mucho. El mismo Amazon se echa las manos a la cabeza pensando que en España vende una cantidad de dispositivos electrónicos brutal que no corresponde para nada a lo que vende de libros en formato electrónico.
Y es el único país en el que pasa. Esto no quita que las editoriales tengamos que seguir invirtiendo en el libro electrónico y que esté aquí para quedarse.
¿Qué opinas sobre el precio fijo del libro? Hay partidarios de quitarlo…
En eso no soy nada liberal. Si no hay precio fijo las pequeñas librerías dejan de existir, como está pasando en México y en otros países de América. En Estados Unidos hay una competencia feroz.
En cualquier caso, parece que hay tendencia de primar grandes superficies tipo El Corte Inglés, sobre pequeñas librerías...
La crisis afectó también a las grandes superficies, de hecho Carrefour ya prácticamente no vende libros y durante un tiempo fue uno de los mejores clientes. El principal problema ahora de las librerías pequeñas es más Amazon que El Corte Inglés, aunque también creo que Amazon permite que lleguen muchos libros a muchos sitios.
Es verdad que muchas librerías están desapareciendo. El librero que estaba en su librería solamente vendiendo libros ha quedado obsoleto y tienen que renovarse. Están surgiendo otro tipo de libreros que han empezado con la crisis y tienen otro espíritu, organizan actividades, están presentes en las redes sociales…
¿Qué opinas sobre la estacionalidad de los libros? Tiene a lo mejor tres meses de vida y a los tres meses si no se vende hay que devolverlo.
¿Tres meses? Pueden llegar a ser veinte días. Si en veinte días no se ha movido, las grandes superficies te lo devuelven, y el librero pequeño también. Es un mercado. Los departamentos de prensa tenemos que trabajar algunas veces contra reloj. Si el libro sale, por ejemplo, el 20 de noviembre, tienes que promocionarlo hasta el 30 de noviembre.
Si no ha salido ninguna reseña, va a ser un libro devuelto. Sin darle posibilidad de que la gente lo conozca.
¿Cómo surge un autor? ¿Cómo llega a ser publicado y conocido?
Yo creo que cada libro es un mundo. Y llega a donde llega por una vía completamente distinta.
Pongo como ejemplo “El comensal” de Gabriela Ybarra que salió en el mes de septiembre. Una chica que se enfrenta a la muerte de su madre y decide contar su historia, o sea no es novela pura. En internet busca a alguien que le puede ayudar, encuentra una editora y escritora que hace cursos por internet, para ayudar a gente a escribir sus libros… Esta persona la ayuda y —casualidades de la vida— la nombran editora por un año de un sello editorial nuestro que se llama Caballo de Troya. Y como le gusta mucho lo que ha hecho, lo publica. De repente el libro empieza a gustar a muchos periodistas a los que se lo enviamos para la promoción. Empieza a salir en la prensa y a venderse… Ayer mismo Gabriela Ybarra estaba sentada con Almudena Grandes y con Juan Cruz en el Festival Eñe, en Madrid, conseguir esto no es fácil.
Otra forma es mandar el manuscrito a un agente literario que lo puede presentar a una editorial. También se puede mandar directamente a la editorial. Pero si lo trae un agente literario, se mira de otra manera porque el agente ya ha hecho un trabajo previo eligiendo una serie de manuscritos frente a otros. Es verdad que sacar adelante un libro es intentar convencer a mucha gente de que el libro vale la pena.
¿Influye la prensa para que un libro funcione?
Cuando empecé, hace 16 años, lo fundamental para promocionar un libro eran los periódicos y la radio. Yo sigo pensando que el mejor medio de comunicación para hacer llegar a la gente los libros sigue siendo la radio porque escucharla no exige ninguna acción por tu parte, no te obliga a nada, y aunque parezca que no le estas haciendo caso la oyes cuando algo te interesa. A la televisión, como veréis, le importan los libros bastante poco.
En este momento ha cambiado mucho el panorama. Primero, los periódicos ya no solo son los periódicos físicos, también están los periódicos digitales. El confidencial, El diario o Voz Populi, por ejemplo, son seguidos también por mucha gente. Son tan influyentes o más que El País, El Mundo o el ABC. Ahora también tienen muchísima importancia los blogs y redes sociales. Internet también nos permite a las editoriales hablar directamente con los lectores. En los últimos tiempos nos hemos tenido que adaptar a muchas formas nuevas de comunicar y tenemos que ser muy rápidos en aprender dónde y cómo contarlo para que los libros lleguen a su público y funcionen.
¿Las mujeres leen más que los hombres?
Yo creo que puede ser que sí, que las mujeres lean más. Pero creo que aun así lo importante es que en España leemos poco, muy poco. El 35% de los españoles no lee nunca, es decir, hay mucha gente que no lee un libro jamás en su vida.
¿Y hay literatura específica para mujeres?
Sí, la “literatura romántica” del tipo de “Cincuenta sombras de Grey”. Hablas con libreros de algunas grandes superficies y te dicen que hay mujeres que compran las siete novelas de literatura romántica que salen en el mes. No leen otro tipo de literatura. Aparte, cuando comenzó el fenómeno bloguero, los blogs que mejor funcionaban eran de literatura romántica. Tenían unas seguidoras superfieles que les hacían caso en todas sus recomendaciones. Los libros electrónicos de literatura romántica tienen un gran número de lectoras por lo que pueden ser de los que más se vendan en España.
¿A lo mejor las mujeres leen más por el hecho de que hayan triunfado una serie de escritores mujeres?
No son ni la mitad de los hombres. Lo que pasa es que como son pocas nos sabemos todos los nombres. Mira los últimos premios Cervantes ¿cuántos hombres y cuántas mujeres hay? Mira el Premio Nacional de las Letras que se lo han dado hace poco a Carme Riera, catalana que escribe en español, pero mira todos los anteriores. Las editoriales publicamos muchos menos libros de mujeres que de hombres. La pregunta siempre es: ¿escriben peor? No lo creo. No creo que haya una razón clara. Es curioso porque luego el mundo editorial no es un mundo sexista. En nuestro grupo editorial, por ejemplo, el comité de dirección está prácticamente formado al 50% por hombres y mujeres. Nuestra consejera delegada es una mujer, en el departamento de prensa hay dos hombres y los demás somos mujeres. Los departamentos de prensa, igual que los agentes literarios, suelen ser mujeres. ¿Será porque las mujeres tenemos más capacidad de convicción? Mi trabajo consiste en que tienes que dar a conocer la obra de un autor, que ha estado seis meses o tres años escribiendo un libro, tienes que hacer que la gente se entere que su trabajo está ahí, esperando a ser leído. Es complicado. No siempre los periódicos o blogs quieren hablar de los libros que tú promocionas.
¿Cómo ves el mundo de la literatura infantil?
Yo creo que hay mucha literatura infantil muy sexista. Los libros de los niños, los libros de las niñas. También, curiosamente, pensábamos que el libro electrónico iba a ser un cambio espectacular en la sección juvenil y, sin embargo, es donde ahora mismo se venden más libros. La novela juvenil tiene mucho público, no solo joven. El libro más vendido en España en 2014 fue “Bajo la misma estrella” de John Green, un libro juvenil.
¿Cómo funciona el ensayo ahora?
Nosotros tenemos dos sellos de no ficción: Taurus y Debate, y no van mal, pero al público español el ensayo o la no-ficción le sigue costando trabajo. Llama la atención comparar, por ejemplo, lo que vende un sello como Debate en España y en México, es curioso que en América Latina venden más este tipo de libros.
¿Cómo lo explicas?
Es el tipo de público. A mí me gusta mucho el libro de ensayo, las crónicas periodísticas. Pero es verdad que aquí se vende más la ficción en general.
¿Cuáles son tus gustos literarios? ¿Nos recomiendas algo?
Ya he mencionado “El comensal” de Gabriela Ybarra.
De lo último que me he leído ha sido el libro de Orhan Pamuk “Una sensación extraña” que he promocionado y me pareció… ¡un novelón!
Una novela que no sé si todavía se puede encontrar en las librerías pero que me gustó muchísimo es “La mujer de papel” de Rabih Alameddine, lo publicó Lumen en su día, la historia de una mujer sola en Líbano durante la guerra.
“El Estado Islámico” de Javier Martín, que es de Catarata, también me parece muy recomendable, es de los libros que hay que leer para enterarse del momento en el que estamos.
Ahora estoy leyendo el premio Nobel de este año, Svetlana Alexievich, es crónica pura y dura.
¿Cómo es tu trabajo? Llegas a tu despacho, tienes una lista de 20 libros, te da tiempo de hojear tres…
¿En mi trabajo? ¡Ninguno! Yo no leo libros en el trabajo, es imposible, no hay tiempo. ¿Cómo trascurre mi día a día? En casa, antes de salir, leo los periódicos en internet y veo las redes sociales, así salgo de casa “leída”. Voy andando a trabajar porque vivo a unos 35 minutos andando, y por el camino hablo por teléfono porque así me ventilo varias cosas. A veces con autores, a veces con algún periodista a quien tengo que proponer algo. Y cuando enciendo el ordenador ya me encuentro unos 50 e-mails que me han llegado desde que me fui la tarde anterior… Cuando llego hago repaso de los autores que estoy promocionando en ese momento y veo en qué punto estamos con cada uno y qué nos toca hacer ese día. No solo trabajamos con los autores que están en ese momento de promoción, muchas veces nos surgen cosas de aquellos con los que ya hemos terminado la promoción que les llaman para hacer participar en ciclos o conferencias o en algún club de lectura, también empezamos a pensar qué vamos a hacer con los autores que tenemos que promocionar dentro de tres o cuatro meses. Por ejemplo, ahora estamos organizando todo el semestre que viene (de enero a junio). A los autores extranjeros les tienes que invitar ya si quieres que estén presentes en el Día del Libro (Sant Jordi, que se celebra el 23 de abril) o en la Feria del Libro de Madrid. Para empezar a hablar con los periodistas de los libros que promocionamos no siempre hacemos lo mismo, a veces hago una carta tipo para todos los periodistas, a veces les escribo uno por uno y le explico porqué les puede gustar ese libro.
Ahora, por ejemplo, estoy promocionando la última parte de los diarios de Salvador Pániker, pensador catalán de ascendencia india, “Diario de un anciano averiado” y he convencido a algunos jefes de sección para que no le entrevistara el mismo periodista de siempre, que lo hiciera una mujer y más joven, que fuera capaz de leer los diarios de otra manera y ver cosas diferentes en ellos. Estoy contenta porque lo he conseguido.
Y entonces ¿los libros los lees en casa?
Exactamente. Aunque no siempre en casa, a veces me los leo en un avión, porque viajo bastante, vivo con la maleta preparada siempre. Y me gustan más los aviones que los trenes porque en tren la gente habla mucho por el teléfono y en el avión no, con lo cual es una tranquilidad absoluta, puedes leer.