Según se vaya acercando la Navidad los periódicos, radios y televisiones probablemente volverán a darnos la matraca con la historia esa de que Jesús no nació el 25 de diciembre sino que esa fecha se puso para cristianizar la fiesta pagana del solsticio de invierno, etc. etc.
Estamos ante dos fechas y dos celebraciones distintas: el 25 de diciembre (Jesús de Nazaret) y el 21/22 de diciembre (solsticio de invierno).
Pero ¡qué tontos estos cristianos que pusieron la fiesta el 25 pudiéndola poner el 21 de diciembre que es cuando cae el solsticio! Serían unos auténticos ignorantes, sin conocimiento astronómico alguno, lo que es bastante difícil de creer, dada la cultura judía a la que pertenecían. ¿Y por qué no pudo nacer Jesús el 25 de diciembre?
Porque, vamos a ver ¿sabría su madre cuando le dio a luz? ¿Sabrían sus amigos cuántos años tenía Jesús?
Los primeros cristianos comenzaron celebrando la Cena —cómo Jesús les había dicho—, posteriormente el domingo, como recuerdo de la Resurrección y solo después se comenzaron a celebrar días especiales, como el aniversario de la Resurrección y también el del Nacimiento, en occidente y su Manifestación entre los hombres: su Epifanía, en oriente. Decimos Epifanía porque la palabra significa eso: manifestación, aparición.
Pero es que esa forma centroeuropea de leer la escritura, que se llamó sistema histórico crítico —que tanto seguimiento tuvo y hoy un tanto desacreditado— negaba cualquier historicidad a la fecha del 25 de diciembre, aunque luego, a mediados del siglo XX se ha visto un tanto tocada.
A mediados del siglo IV ya hay documentos que nos hablan de la celebración del Nacimiento el 25 de diciembre, entre ellos San Agustín. El hecho de que no se hable antes no quiere decir que no naciera el 25 de diciembre, sino que antes podía no celebrarse la fiesta o sencillamente que no hay documentación anterior, pero ¿hemos de aceptar que los apóstoles, las mujeres y los discípulos subsiguientes se olvidaran en 350 de cuando había nacido Jesús, al que habían seguido y creído su salvador y por cuya fe habían llegado a dar la vida? Raro ¿no?
El evangelio de san Lucas nos dice, narrando el momento en que el ángel anunció a Zacarías que tendría un hijo (el que luego sería San Juan Bautista), que el mismo Zacarías era del turno de Abías. Los sacerdotes del templo de Jerusalén estaban divididos en grupos que tenían su propio turno de servicio en el templo, tras el cual se volvían a su casa y a sus quehaceres. Pues bien la fiesta de esta anunciación, la iglesia oriental la celebra el 23 de septiembre.
Y hay más. En 1947 un pastorcillo descubrió por casualidad una gruta llena de rollos de pergaminos con antiguas escrituras; son los llamados textos de Qumran, textos que se inscriben entre los llamados Textos del Mar Muerto, pues luego se hicieron otros abundantes descubrimientos. Uno de estos textos nos ha conservado la noticia de los turnos de servicio de los sacerdotes en el Templo de Jerusalén, y es el que nos informa de que el turno de Abías correspondía a la segunda mitad del mes de septiembre, o sea que los cristianos orientales no se equivocaban al celebrar la anunciación a Zacarías el 23 de septiembre. Nos dice también el evangelio que cuando el ángel Gabriel anunció a María su maternidad, su pariente Isabel estaba encinta desde hacía seis meses. Desde septiembre en que fue concebido Juan el Bautista, contando seis meses, llegamos hasta el 25 de marzo, fiesta de la Anunciación a María, y desde marzo contando nueve meses, llegamos al 25 de diciembre, el día del nacimiento de Jesús.
De manera que ¿cuándo nació Jesús?
Jesús nació, casi seguramente, el 25 de diciembre y digo casi seguramente porque no estaba allí para certificarlo.
Si alguien quiere, puede controlar las publicaciones del profesor Florentino García Martínez, uno de los expertos mundiales en los rollos de Qumran y los textos del Mar Muerto. Florentino García, Floro, es natural de Mochales; fue durante muchos años profesor en la universidad holandesa de Groningen y, me parece, que ahora está en la universidad de Lovaina. Tiene publicados en español esos turnos de servicio en el Templo de Jerusalén, en la editorial Trotta, libro que se puede leer íntegro en internet, y es de lo más interesante. Para los aficionados a internet basta poner: Florentino García Martínez y se llevarán una agradable sorpresa.