Prensa seguntina de ayer
Las publicaciones periódicas de Sigüenza no han gozado de larga vida a excepción del semanario EL HENARES, dirigido y editado por su fundador don Hilario Yaben desde 1908 hasta 1938.
El origen de esta precariedad hay que buscarlo en diversas causas relacionadas con motivos económicos, cansancio de los promotores, indiferencia de la población y la cercanía de la prensa diaria madrileña, gracias al ferrocarril, antes, y a los vehículos a motor de ahora, que llega a la ciudad en una de las primeras ediciones.
A pesar de todo esto, el día 1 de junio de 1956 ve la luz el periódico SEGONTIA que pretendió rellenar un espacio de tiempo debido a que “se ha venido y se viene adoleciendo desde hace muchos antes de la publicación de un periódico”. Estaba patrocinado por el Consejo Local de F.E.T. y de las J.O.N.S. y estaba dirigido por don Ceferino Garcés Gil, prestigioso abogado. Formaban parte de la primitiva Redacción, don Luciano Varea, don Gerardo Relaño, don Mariano López Guajardo, don Quintín García, don Dionisio García Heredia y las ilustraciones pertenecían a don Mariano de la Concepción Torreira.
La publicación atravesó tres etapas. La primera tenía un marcado carácter divulgativo, didáctico y literario. Corresponde a los cinco primeros números desde junio hasta septiembre de 1956. Las colaboraciones literarias eran de altura destacando la de don Camilo José Cela con un breve escrito titulado “Facundo Poyales, alias tordo, medidor de grano”. La crítica local estaba recogida en la sección “¿Por qué?” Y el “Rincón Literario” gozaba de la colaboración de eximios poetas próximos a don Agustín de Figueroa, Marqués de Santo Floro, su hija Natalia y a don Alfredo Juderías que se prodigaban lo justo.
Las críticas comenzaron a aparecer y la publicación tuvo que defenderse, “para cumplir unos fines lícitos, importantes y necesarios”. El ejemplar de agosto fue extraordinario con 20 páginas al abrigo de programación de las fiestas patronales.
El número siguiente, en septiembre está dedicado en buena parte a la Fiesta de la Poesía celebrada el mes anterior. Poetas pertenecientes a movimientos literarios como “Artis”, “Adelfos”, “Versos a medianoche” y “Alforjas para la poesía” colaboraron para la realización de un acto de recuerdo imborrable. La Banda de Música volvió a ser objeto de discusión en una amplia carta abierta en la que se vertían opiniones más que discutibles.
La segunda época, considerada como de transición, mantiene la línea de divulgación y aparecen polémicos asuntos locales que son objeto de agria discusión junto a una disminución de las aportaciones literarias. En el ejemplar de 1 de octubre, don Ildefonso García Rivas, desmonta las afirmaciones de la carta publicada en el número anterior, y para no variar, el Cine Capitol y Renfe son el blanco de las críticas.
En el siguiente ejemplar, del 6 de enero de 1957, don José Julio de Valcárcel responde a un artículo de don José María Amo publicado en el número anterior sin que falte referencia a la política nacional con el tan traído y llevado Oro de Moscú.
La tercera época es más propicia a la problemática local abordando los asuntos de forma más crítica y con una línea editorial más acorde con el patrocinio de la publicación. Hay respuesta de don José María Amo en ejemplar de 1 de febrero de 1957 que vuelve a ser, a su vez, replicado el día 1 de abril.
La inauguración de la piscina La Rosaleda coincide con la aparición del ejemplar del 6 de julio y Fidel Vela utiliza su artículo “En torno a Juan Ramón Jiménez” para recordar a sus compañeros de Redacción la falta de sensibilidad con el poeta andaluz, premio Nobel, al no escribir ni una sola línea en una publicación alimentada con importantes colaboraciones literarias.
El 4 de agosto sale otro número, en un intento más de supervivencia por el aumento de población en época estival y dan efusivas gracias a la familia Arranz por la puesta en marcha de una instalación muy suspirada por seguntinos y colonia veraniega. El nombre de Sigüenza fue lanzado a los cuatro vientos por la propaganda en prensa y radio de las bondades del clima y la modernidad de los locales por los que pasaron personajes famosos para promocionar la parte deportiva y de ocio.
El 17 de noviembre, el director don Ceferino saluda efusivamente al nuevo alcalde, don José María Bernal que tomó posesión de su cargo el día 30 del mes anterior. El abastecimiento del agua y su tratamiento ocupa la atención en uno de sus artículos.
El último ejemplar corresponde al 8 de febrero de 1958. Una amplia entrevista con don José María Atance, elegido concejal, merece los honores de la portada. El delegado local del Frente de Juventudes tuvo que salir al paso de los comentarios negativos sobre la magnífica cabalgata de Reyes organizada ese año. Al día siguiente, un grupo de seguntinos organizaron por su cuenta otra menos vistosa y alguno de ellos terminó en la cárcel por entonar una canción en la que aparecía un abuelito y un reloj de pared que molestaba a uno de los guardias municipales.
Juan Carlos García Muela