Sobre nuestro cerebro existen muchas falsas creencias, quizá la más significativa sea el lugar común de que solo usamos el 10 % del cerebro.
Citemos, por ejemplo, lo que dice una revista cualquiera de internet: “TEST: La mayoría utiliza sólo el 10% de su cerebro: descubre ¿qué porcentaje utilizas tú?”
Para ser una “proposición científica” lo primero que deberíamos pedirle a esta es que nos diga a qué 10 % del cerebro se refiere. ¿El 10 % del número de neuronas, el 10 % del volumen, el 10 % de la masa, del consumo energético del cerebro?.. Como vemos, la afirmación no es concreta, por lo que puede querer decir cualquier cosa.
El primer argumento para demostrar la falsedad de esta proposición es usar la reducción al absurdo: si fuera verdad, hace años que se hubiera atrofiado el 90 % inactivo del cerebro y lo hubiéramos perdido; por lo que hubiéramos pasado a usar de nuevo el 100 % del cerebro resultante y, en consecuencia, la afirmación dejaría de ser verdad. Lo que hace que la afirmación sea verdadera y falsa a la vez; lo que la inhabilita como proposición.
Siendo condescendientes, aceptemos que la afirmación podría referirse únicamente a que solo usamos el 10 % de las neuronas en cada situación, y que en las distintas situaciones utilizamos un 10 % diferente; pero esto no es lo que vemos en los escáneres cerebrales (PET o DFI): en cualquier actividad mental siempre funciona la mayor parte del cerebro.
El cerebro es un órgano complejo y todos hemos visto esas imágenes en las que se ilumina una parte u otra del cerebro según la actividad cerebral que desempeñemos: razonamiento matemático, toma de decisiones, orientarse, descansar… en ellas se ve la zona más activa durante cada ocupación, esto no significa que las demás no estén funcionando, sino que lo hacen con una actividad menor.
El origen de la afirmación de marras se sitúa a mediados del siglo XX debida al famoso empresario Dale Carnegie, quien escribió que “solo usamos el 10 % de nuestro cerebro”. Dale era un escritor de libros de autoayuda de gran éxito (aún se siguen vendiendo algunos de ellos, escritos hace 70 años); pero podríamos decir que su “gran logro” ha sido precisamente la persistencia de esta falsa creencia, que se mantiene viva en las mentes de la mayoría de los estadounidenses y brasileños (e igualmente en la de muchos españoles).
¿De dónde sacó esta afirmación Dale Carnegie? Pues de donde provienen muchas de las falsas creencias: de entender mal una frase de un científico. En este caso, el importante psicólogo estadounidense William James, quien dijo en 1908 que “habitualmente, una persona corriente solo usa una ínfima parte de sus capacidades mentales”; es decir, tenemos un gran potencial intelectual y habitualmente no lo usamos en todas las situaciones en que podríamos hacerlo, por ejemplo, calcular de cabeza la cuenta del restaurante en vez de usar la calculadora del móvil.
William James no nos dice que haya funciones mentales que estén reservadas a unos pocos “genios”, sino que todos podemos aprender a apreciar la profundidad de una poesía, analizar una situación antes de contestar lo primero que nos viene a la cabeza, o a resolver integrales… si nos lo proponemos.
La frasecita del 10 % siempre está presente en la justificación de la parapsicología. Con tal afirmación intentan hacernos creer que hay un 90 % del cerebro que no somos capaces de usar las personas normales y que hay individuos que sí pueden hacerlo, conectando con energías y presencias indetectables (telepatía, precognición, telequinesia…).
En resumen, ninguna teoría o experimento científicos afirma nada parecido, sino más bien lo contrario, a que solo usemos el 10 % del cerebro y la frasecita en sí es tan imprecisa que tampoco afirma nada útil