Lejos quedan ya las célebres disputas entre Claudio Sánchez-Albornoz y Américo Castro, nuestros más ilustres historiadores que debatieron años y años sobre la esencia y el ser de España, sobre su origen como nación y su carácter identitario. Nunca se pusieron de acuerdo, ni siquiera cuando se vieron forzados a exiliarse de España tras la victoria de las tropas de Franco. Ambos, junto con Ramón Menendez Pidal formaron la trilogía de grandes historiadores de nuestra nación. Tras ellos, un vacío que en los últimos años ha terminado llenándose con los trabajos de excelentes historiadores que han venido a suceder a aquellos que fueron la flor y nata de esta ciencia. Santos Juliá, Josep Fontana, Ricardo García Cárcel o José Alvarez Junco son una pequeña muestra del buen nivel que alcanzan actualmente nuestros investigadores de la Historia. Y a ellos hay que añadir la pléyade británica: existe una creencia que afirma que las mejores obras históricas sobre España son aquellas creadas por los hispanistas ingleses, tales como Paul Preston, Hugh Thomas, John Elliot o Henry Kamen. Este último es autor de trabajos tan interesantes como La inquisición española, La España de Carlos II, Poder y Gloria o el magnífico Felipe de España, excelente estudio sobre la España en cuyo imperio nunca se ponía el sol. Acerca de si estos estudiosos de la Gran Bretaña nos conocen mejor que nadie y por ello sus trabajos son los más adecuados es una cuestión a debatir. Pero cierto es que sus obras son generalmente muy interesantes, reflexivas, basadas en una objetividad exquisita y permiten vislumbrar que su conocimiento se basa en un solvente estudio y análisis favorecidos por el afecto que profesan hacia nuestra tierra y sus habitantes. Kamen se graduó en Oxford y enseñó en Universidades británicas, norteamericanas y españolas, y actualmente vive a caballo entre estados Unidos y España. La invención de España es su última obra en la que busca una “aproximación a algunas de las imágenes que con el tiempo han ayudado a formar nuestra percepción de ella”. En su opinión, la historia de España (de cualquier país), la forma de enseñarla, está llena de fake news, porque se trata de cuestiones interesadas. En un recorrido por los hitos de nuestra historia, desde Viriato y los Romanos a nuestros días, a través de hechos ciertos o leyendas o certezas sin probar, nos muestra que todos ellos son importantes para entender nuestra historia, pero que también es importante desmenuzar lo que es ficticio dentro de los hechos ocurridos de lo que es real, lo que verdaderamente sucedió. Distinguir la verdad de los mitos, por más que la presencia de éstos sea importante porque ayuda a crear identidades. Y en España estamos sobrados de ellos. El libro ahonda en la idea que hace ver que las naciones no nacen, se van haciendo poco a poco y buscan su propia identidad. El repaso a nuestra historia es amplio y provechoso, ayuda y anima a continuar un poco más en nuestra tradicional búsqueda de identidad y origen. Muy recomendable.
La hoja de parra
La invención de España. Henry Kamen. Espasa.
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- Flanagan