Parece que han pasado 50 años desde que un grupo de chavales de la época decidimos fundar la Peña Pepinillos, digo parece porque no existe ningún documento fundacional, pero atando unas fechas con otras debe ser así. La montamos un grupo de adolescentes de aquella época que estábamos convencidos de que la diversión no era menos importante que el estudio o el trabajo, era más importante, así que nos pusimos a ello y la verdad es que conseguimos pasarlo muy bien.
En los años siguientes se nos fueron uniendo nuevos miembros, cuanto más juerguistas e irreverentes fueran, mejor, más carrera hicieron en la peña. Como decía nuestro amigo Pipo “nos hemos juntado lo mejor de cada casa”. Mª Jesús Miranda (profesora de Sociología) decía que “la fiesta es el reforzamiento de la norma a través de su transgresión” y desde luego nosotros procurábamos transgredir todas las normas que podíamos, si algo nos gustaba era hacer todo lo que no fuera políticamente correcto y respetar poco a cualquier tipo de autoridad. En este sentido fueron míticos nuestros encuentros con el rosario de la aurora. Nos tocó empezar en la dictadura franquista, con la consiguiente represión en todos los sentidos, y pasamos a la Transición, la democracia, con la “movida” … la vida cambió mucho en aquellos años y nos fuimos adaptando con gusto a los nuevos tiempos, pasamos de beber sólo vino de garrafa (embocado se llamaba) a tener diversos tipos de bebidas espirituosas y cuando en ambientes progresistas se pusieron de moda otras sustancias (ilegales, por supuesto) para pasarlo bien, nos pusimos a ello con tanto afán que había noches en las que era posible colocarse simplemente respirando el aire de la peña.
Creo que fuimos una peña con criterio propio y hasta cierto punto innovadora, se nos ocurrió hacer una verbena en la plaza de El Doncel (donde estaba nuestro local) que tuvo muchísimo éxito durante años; si la memoria no me falla (y si es así, pido disculpas por anticipado) fuimos la primera peña en la que las mujeres fueron miembros de pleno derecho … Octavio Paz decía que “la fiesta es el advenimiento de lo insólito” y desde luego en nuestra peña a partir de cierta hora podía pasar casi cualquier cosa, algunas confesables y otras no tanto, pero a pesar de que había poco orden y cada uno hacía literalmente lo que le daba la gana, entre nosotros siempre hubo muy buen ambiente y conseguimos crear lo que hoy se conoce como el sentido de pertenencia.
Estuvimos gestionando la peña desde el año 1973 hasta el 85 más o menos, pero llegó un momento en que debido a la edad o a responsabilidades profesionales o familiares el cuerpo ya no nos pedía vivir las fiestas de Sigüenza en plan salvaje, que era para lo que entendíamos que servía nuestra peña, así que dimos un paso al costado y dejamos la peña en manos de otra generación que venía empujando fuerte y apuntando buenas maneras. Desde entonces la peña Pepinillos ha ido pasando por diferentes manos adquiriendo vida propia y ha sobrevivido hasta hoy, manteniendo al menos el nombre y el color de la camiseta.
A nosotros la vida nos ha ido llevando a cada uno por diferentes caminos, unos hemos seguido manteniendo más el contacto con unos y otros con otros, pero cada vez que los que formamos la peña en aquellos años nos hemos cruzado, siempre ha habido un saludo o al menos un gesto de complicidad. Sinceramente si en aquellos tiempos nos hubieran dicho que hoy en día seguiría existiendo una peña Pepinillos no nos lo hubiéramos creído, lo único que pretendíamos era pasarlo bien y a fe que lo conseguimos. Lamentablemente muchos de los amigos de entonces ya no están entre nosotros, en su memoria hicimos hace unos años un blog:http://nuestrapenya.blogspot.com/ en el que pusimos las pocas fotos que conservamos de aquellos tiempos. Cuando se cumplan los siguientes 50 años, igual les pedimos a los de ahora que escriban ellos algo para conmemorarlo, que a nosotros nos fallará ya la memoria.
