Tras unas palabras de introducción de José Luís Romanillos en las que se excusó por presentar el programa de mano con el currículo del guitarrista en inglés, comenzó el 4 de junio el primer concierto de esta temporada de la Asociación de Violería y Organología Instrumental Romanillos-Harris. Andrea Dieci es un reputado y magnífico guitarrista clásico al que ya hemos podido escuchar en otras ocasiones en Sigüenza, yo la última en el 2012 donde quedé encantado. La guitarra que usa es de Romanillos y le costó esperar más de seis meses a que se la terminara, pero desde entonces (1989) no la ha soltado, recorriendo el mundo con ella. El sonido que consigue Andrea con la guitarra es excepcional, y su técnica depurada. Su interpretación es exquisita, acaricia la guitarra como si de una joya se tratase y trasmite la música con gran intensidad.
La ermita de S. Roque aún conserva el fresco del invierno y poco a poco nos fue penetrando a todos, de manera que las manos del artista se resintieron un poco en la segunda parte. Me gustó mucho el repertorio elegido y en la primera parte pudimos escuchar el “Preludio, fuga y alegro” BWV 998 de J.S. Bach y después la “Suite popular brasileña” de Heitor Villa-Lobos con su “mazurca-chôro”, “schottish-chôro”, “valsa-chôro”, “gavota-chôro” y “chôriño”, precisamente encontré una gran conexión con Bach en la “gavota”.
En la segunda parte el “Grand Solo , Op14” de Fernando Sor, un clásico, precedió a la “Suite Compostelana” de Federico Mompou, obra compuesta y dedicada a Andrés Segovia en 1962. Tras los insistentes aplausos Andrea ofreció un “vals” de Manuel Ponce.
Solo puedo decir que fue una delicia de concierto y que espero ansioso el siguiente del 18 de junio (esperemos que la ermita ya este mas templada). Muchas gracias a Andrea y a la asociación por traer los mejores guitarristas, un lujo para esta ciudad.