Raúl Conde y Ángel de Juan son periodistas –de profesión y vocación–. Pero, sobre todo, son unos enamorados de la provincia. Llevan años recorriéndola de arriba a abajo. La conocen como si fuera la palma de su mano. Por ello, no han tenido problema en reunir 101 propuestas para hacer en esta tierra. La dificultad llegó cuando quisieron que esa cifra no se multiplicase por cuatro. Sin embargo, lograron hacer una selección y editar el libro 101 cosas que hacer en Guadalajara. Ahora, y tras la buena acogida que está teniendo la obra, los autores no descartan sacar una segunda parte de la misma. La Plazuela ha hablado con ambos para que nos cuenten los secretos de su trabajo.
El libro 101 cosas que hacer en Guadalajara apareció a raíz de un texto escrito por Raúl Conde en Henares al Día en abril de 2015. Pero, ¿cómo surgió este artículo?
Raúl Conde: Llevo colaborando con las publicaciones de Ángel de Juan desde hace muchos años. Prácticamente desde el principio. Siempre intento buscar un tema de raíz local. Entonces, se me ocurrió hacer una lista sobre propuestas en que hacer en la provincia.
En este sentido, tenía una compañera en El Mundo, que se llama Ángeles Vázquez, que escribió el libro 100 cosas que hacer en Madrid al menos una vez en la vida. Y, aunque Ángeles lo desarrolla de otra manera, me inspiré en su idea para hacer el texto inicial.
De esta forma surgió el artículo 100 cosas que hacer en Guadalajara. Se trataba de una relación subjetiva, en función de mis gustos, mis conocimientos y mi criterio. Eran un centenar de sugerencias que en ese momento me parecían imprescindibles para descubrir la provincia. El artículo tuvo un éxito inesperado. Y a raíz del interés que despertó, Ángel de Juan tuvo la idea de convertirlo en libro.
Precisamente, esta entrada ha recibido unas 30.000 visitas, de las que 10.000 se correspondieron a las primeras jornadas tras su publicación. Cuándo vieron estos datos, ¿qué pensaron?
Ángel de Juan: Un día me metí en el servidor del periódico para ver cómo iba de lectores y tuve una sorpresa tremenda. Me encontré con un subidón muy grande y creí que había tenido un ataque informático. Inmediatamente hablé con los programadores para consultarles el suceso. A los dos días me contestaron y me dijeron que lo que había ocurrido es que una sola entrada –la de Raúl– tenía más de 10.000 visitas. Por tanto, promocionamos el artículo y, actualmente, lleva más de 30.000 consultas.
La gente necesita este tipo de cosas: cuénteme lo que puedo ver. Pero si encima se lo ofreces en un libro, mucho mejor. Éste es el secreto de la obra.
Como autor del artículo, ¿qué pensó cuando Ángel de Juan le propuso hacer un compendio a partir de su trabajo?
R.C.: Me pareció fenomenal. Afrontar un reto de estas características siempre es estimulante. Cuando, además, la obra tiene una carga personal y afectiva importante –como es este caso, al abordar la provincia de Guadalajara desde una perspectiva completa–, es muchísimo mejor.
Nosotros hemos cogido 101 cosas concretas que el lector puede hacer en un día, en un fin de semana, en un puente, en unas vacaciones… No son solo rutas. Se trata de actividades de todo tipo y para todos los gustos. Hay propuestas de senderismo, otras ligadas a la naturaleza o al patrimonio, ambientadas en entornos rurales y urbanos, hay también ideas gastronómicas, folklóricas, etnológicas, literarias… Es un abanico lo suficientemente amplio como para que la gente sienta ese gusanillo por visitar la provincia de un modo activo.
Y de las ideas que desarrollaron, ¿cuál fue la que más les gustó?
A.d.J.: El Ocejón, las tetas de Viana… La parte senderista, en definitiva. Además, hice una ruta que yo no conocía, que era a la Cueva del Oso, en Prádena de Atienza. Fue espectacular. También me lo pasé muy bien en El Pedregal, donde fui a buscar una fuente medicinal, que es de las pocas de este tipo que hay en Guadalajara. Cuando llegué al pueblo pregunté a un chaval joven y a otro mayor. Éste último me dijo: 'yo le acompaño'. Se montó en mi coche con sus más de 80 años y me llevó hasta la fuente.
Pero, en general, todas las propuestas que he podido escribir me han encantado. En este sentido, quiero recalcar una cosa: todas las sugerencias que aparecen en el libro las hemos realizado bien en conjunto o de forma individual. No hay ninguna inventada.
R.C.: En mi caso, también sería difícil quedarme con alguna idea en particular, porque son todas muy interesantes. Quizá la primera es la que, de alguna manera, compendia el espíritu del libro. Anima a contemplar un atardecer desde el Mirador de Trijueque, que tiene unas vistas espectaculares de la Alcarria y de buena parte de la provincia. Es una visión amplia, donde se observa la formidable variedad de contrastes de esta tierra.
Además, en el libro hemos tratado de buscar un cierto equilibrio en la elección de las sugerencias, tanto en los temas como territorialmente –se distinguen recomendaciones de todas las comarcas de la provincia–. Por tanto, hemos pretendido que el lector se haga una idea lo más fiable posible de la variedad que se puede encontrar en Guadalajara.
A.d.J.: Además, quisimos seguir el mismo orden, criterio y propuestas que se incluyeron en el artículo de Raúl de 2015. Hemos tenido que cambiar algunas de ellas, como la de tomar un aperitivo en El Figón, de Guadalajara, que ha cerrado. Pero se ha mantenido el espíritu del trabajo de abril de 2015.
Ángel de Juan y Raúl Conde
¿Por qué se añadió una recomendación más respecto al texto inicial, pasando de 100 a 101 cosas que hacer en la provincia?
R.C.: Fue algo consensuado por los dos. Se añadió para diferenciarlo del artículo y buscar un título un poco más original.
Además, también quiero agradecer la aceptación que está teniendo el libro [ya va por la segunda reimpresión]. La obra se hizo con una motivación muy modesta. Se trataba de sacar un producto digno, sugerente, de pasarlo bien mientras lo escribíamos... Y parece que está funcionando bien. A mí me ha sorprendido muy positivamente la respuesta del público.
¿Dónde se puede encontrar «101 cosas que hacer en Guadalajara»?
A.d.J.: En primer lugar, en la tienda virtual de nuestra página web (http://henaresaldia.com/). Además, en este portal se puede consultar una relación de establecimientos donde adquirirlo físicamente. Hay posibilidad de hacerlo en Guadalajara, Horche, Brihuega, Sigüenza –está a la venta en Rayuela–, Molina, Cantalojas, Madrid…
Internet y las redes sociales también han dado un resultado muy positivo. Incluimos en nuestros perfiles una foto de la portada del libro con cada lugar que recomendamos. Es algo que está teniendo buena aceptación.
Precisamente, la portada es un diseño de Fernando Benito, en el que aparece el mirador de Trijueque durante un atardecer. Es lo que hemos pretendido con el libro: que sea atrayente, con una composición bonita y con unos artículos en los que se incluyera información útil para que la gente pueda visitar la provincia.
También han realizado varias presentaciones de la obra. ¿Qué resultado han tenido las mismas?
RC: Ha habido una respuesta muy favorable. La primera la hicimos en Guadalajara capital, en mayo. Nos acompañó José Antonio Alonso. De hecho, una de las sugerencias que hacemos es asistir a un concierto de este cantautor. Y él, como muestra de gratitud, quiso acompañarnos en este acto. Tocó varias piezas. Fue un rato muy ameno y agradable.
Además, esta presentación de Guadalajara fue un éxito que catapultó al libro, porque tuvo una publicidad que permitió que llegara a mucha gente. Posteriormente hemos dado a conocer la obra en muchos lugares, como Sigüenza, Molina, Cifuentes, Bustares, Fuentenovilla….
A.d.J.: Y todavía nos quedan más sitios. La próxima cita será en Jadraque, volveremos a Cifuentes, Brihuega…
R.C.: Las presentaciones itinerantes responden al espíritu del libro, porque permiten recorrer la provincia. De lo que se trata es intentar que abarque los cuatro puntos cardinales de Guadalajara y que, de alguna forma, estemos presentes en todas las comarcas.
A.d.J.: Y en los pueblos que aparecen en el trabajo.
R.C.: En este sentido, quiero aclarar que la lista de sugerencias que hemos diseñado es subjetiva, pero no arbitraria. Es subjetiva porque, como autor de la primera relación –la del artículo–, la hice en función de mis gustos, intereses, inquietudes, conocimientos y criterios. Pero no es arbitraria porque creemos que las 101 cosas que recomendamos tienen la suficiente entidad como para conocerlas y que la gente las visite.
Tanto Ángel como yo llevamos muchos años pateando la provincia entera, por razones personales y profesionales. Por tanto, el problema no ha sido sacar una lista de 101 cosas que hacer en Guadalajara, sino cribar todas las propuestas que se nos han ocurrido y comprimirlas en esas 101 sugerencias.
Por tanto, ¿tienen previsto publicar otras 101 recomendaciones que realizar en la provincia?
A.d.J.: Es una idea. Pero primero hay que vender la segunda reimpresión del libro. Tal y como veamos la respuesta, es posible. Eso sí, Raúl tendrá que publicar otras «100 cosas más» en forma de artículo… [ríe] Se han quedado muchas cosas en el tintero.
Para finalizar, ¿por qué eligieron al periodista Pedro Simón como prologuista?
R.C.: Lo hicimos por varios motivos. Porque es una persona que escribe muy bien, que está vinculada a Guadalajara y que conoce la provincia. Particularmente la comarca de la Alcarria. Y, además, porque nos parecía que tenía un perfil adecuado. De hecho, el prólogo refleja muy bien lo que queremos en el libro. Él hace un canto muy bello a las esencias de Guadalajara como tierra humilde, de contrastes, de acogida…. Es el mejor lugar para vivir en armonía con el entorno. Y Pedro Simón lo expresa muy bien.
A.d.J.: Pedro hablaba que, quizá, faltaba un dígito en el título del libro. Y considero que es verdad. Salen muchas cosas que hacer en la provincia. Desde fiestas tradicionales a paisajes, pueblos, castillos, arroyos, pantanos, recorridos… Hay un montón de ideas que pondremos en un posible segundo libro.
