Treinta años son muchos, y hay que felicitar a los “Dulzaineros de Sigüenza” no solo por mantener viva la llama de la herencia y el recuerdo de José María Canfrán en el mundo de la dulzaina, el tamboril y las tradiciones musicales, también hay que felicitarlos por su incansable labor acompañando en todas las fiestas seguntinas, siempre están ahí, son un orgullo para nuestra ciudad y habrá que ir pensando en agasajarlos algún día como merecen, yo personalmente desde aquí lo hago: ¡Enhorabuena queridos “Dulzaineros de Sigüenza”!, sois un ejemplo a seguir de amor a la música, a la fiesta, a nuestra ciudad y a tantos pueblos. De nuevo, y seguro que con mucho esfuerzo, habéis conseguido reunir a buenos grupos para que nos amenizaran este certamen.
Dulzaineros de la Cofradía.
Vosotros disteis la entrada (¡qué bonita!) y eche de menos algo más vuestro, os siguieron dulzaineros de la Cofradía de San Vicente y los de Travesaña, con buenos sonidos por parte de ambas agrupaciones.
La “Orquestina de la abuela Pina” es una singularidad maravillosa que recoge la música de siempre, muy antigua, pero que a todos gusta, lo hacen maravillosamente y con gran gusto, incluso apianando la dulzaina para escuchar al clarinete y al bombardino, que bien.
Orquestina de la Abuela Pina.
Y acabamos con los “Gaiteros de Estella”, pareja de dulzaineros con 35 años de actuaciones a sus espaldas, es decir perfectamente conjuntados y con un jovencísimo tamboril que ¡menudo como toca ese chaval! (Raúl, creo), son muy perfectos en su ejecución pero personalmente son instrumentos muy agudos y sin dinámicas para un recinto cerrado, así que superar la media hora oyéndolos fue demasiado. Yo los habría puesto los penúltimos, con un poco menos de tiempo y la Abuela Pina para el final . Con todo ha sido un placer musical grande, grande. Mucho ánimo y a seguir, que somos muchos los que lo apreciamos.
Gaiteros de Estella