CULTURA

Es por estas fechas (el 2 de septiembre) cuando mejor podemos estar sentados en la catedral para escuchar un concierto (aunque sea del revés), la temperatura es ideal, no hace ni frio, ni calor. Este trío ya lo escuchamos en 2015 dentro del ciclo II Ruta de los Órganos Históricos de Castilla La Mancha, Olga Miracle (la misma soprano), Joan Codina (el mismo flautista) y Guillaume Lawless (nuevo organista en el trío). El planteamiento del concierto, en esta ocasión, se centró básicamente sobre el nuevo órgano (imitación de un barroco). Arrancamos con J.S. Bach (Fantasía y fuga BWV 542), ¡que delicia!, y seguimos con la intervención de los tres miembros en la cantata “When Loves Soft Passion” de J.C. Pepusch berlinés afincado en Londres como Haendel, con el que colaboró en ocasiones, y se nota en la pieza que escuchamos. La soprano nos deleitó, junto con la flauta, teniendo al órgano de acompañante, ¡segunda delicia! La tercera pieza fue un arreglo para órgano y flauta de la sinfonía nº4 para órgano de C. M. Widor, muy agradable, con estupendo sonido de la flauta pero con el órgano tan bajito que casi estaba desaparecido, supongo que problemas de poco tiempo para ensayar y ajustar previamente. Bajaron entonces a interpretar con el órgano del evangelio (el de siempre), por poder ajustar el volumen para acompañar a la soprano en cada momento,  cuatro canciones sacras (lieder) de Hugo Wolf, arregladas por Max Reger para órgano, una muestra de que este instrumento puede sustituir al piano para interpretar un lied, pero prefiero el piano. Volvieron al órgano de arriba para interpretar una sonata para órgano de F. Mendelssohn, fue la pieza que menos me gustó de todo el concierto, me pareció muy compleja con mucha pedalería, teclados y poco resultona (lo cierto es que no supe hasta el otro día que Mendelssohn tuviera obras para órgano, pero son tantas las cosas que no sé… El flautista quiso hacer su solo y eligió “Syrinx” obra corta de C. Debussy con preciosos sonidos del instrumento. El remate final fue con la obra “Tres cantos de Navidad” del  suizo Franck Martin, que gustó mucho. La ovación de tanto público logró la propina y con el trío instalado  abajo, interpretaron “Panis Angelicus” de César Franck que levantó de los sitiales y bancos a todos los asistentes. Lo que indicó Olga al principio del concierto se cumplió, escuchamos al órgano solo, con flauta, con voz, y con voz y flauta.