Si la exposición conmemorativa del V centenario de la muerte del Cardenal Cisneros es un éxito, el concierto ofrecido por el quinteto de metales valenciano, el 11 de septiembre en la parroquia de San Pedro de Sigüenza a los tres días de la efeméride de la muerte del cardenal, ha sido la grandiosidad musical que le correspondía.
Este maravilloso grupo con más de veinticinco años desde su formación, puede ser considerado de los mejores del mundo sino el mejor. La maestría de cada uno de sus componentes unido al perfecto balance de sonido y conjunción entre ellos rozan cotas excelsas. Las obras presentadas abarcaron el renacimiento y el barroco, con grandes como G. Gabrieli, el valenciano Juan Cabanilles, A. Corelli, D. Scarlatti y J. S. Bach. Los efectos de los instrumentos de viento metal en estos espacios son impresionantes, es casi un perfecto sustituto del órgano, incluso a veces más hermoso. Las dos trompetas llevaron la voz cantante pero el trombón, la trompa y la tuba fueron el complemento perfecto. Quiero destacar la interpretación del arreglo del número 8 de los 12 Concerti Grossi de Arcangelo Corelli, también llamado “Concierto de Navidad”, me dejó estupefacto al conseguir que el sonido de las cuerdas de violín y chelo (para los que está escrito) fuera perfectamente sustituido por el viento, pero es que además le imprimieron tal velocidad a la ejecución que parece imposible, sobre todo la tuba, algo solo al alcance del auténtico músico y maestro de su instrumento; personalmente habría preferido una velocidad algo menor pero, insisto, fue espectacular. Bach fue el siguiente gran protagonista destacado con adaptaciones increíbles, donde sustituyeron incluso los sonidos de la flauta sin problemas, tal fue el caso del Menuet y Badinerie de la suite nº2 BWV 1067, pero con ciertos fraseos precipitados por la velocidad. Casi todos los temas fugados, donde van entrando de uno en uno cada instrumento nos dejaban boquiabiertos al público y los aplausos, no bien encajados a veces por falta de un programa de mano, fueron extensos y sonoros.
Es de agradecer que las instituciones Fundación Siglo Futuro (organizador) y Universidad de Alcalá de Henares como patrocinadoras y el Cabildo de la Catedral de Sigüenza junto con el Ayuntamiento como colaboradores especiales, hayan remarcado la exposición con tan grandioso concierto. Gracias Spanish Brass, esperemos que hasta dentro de poco.
El único problema que tuve fue tener que abandonar (con gran pena) el concierto sin llegar al término, con lo que me perdí “Preludio y fuga” BWV 549 de J. S. Bach y “Le Cocou” de L. C. Daquin (según me contaron luego), pero quería llegar al concierto del Pósito titulado “Las Seis Doncellas”, de guitarra y textos interpretados, en homenaje a Juan Ramón Jiménez, y no tenía opción, luego me alegre también de la decisión tomada; las cosas del directo.
