Cuarto y último concierto del ciclo (al menos este verano) con todo un personaje (europeo en esta ocasión). La Wikipedia, hablando de él, dice: “Un guitarrista que sabe cómo reír con la música y compartir la broma con la audiencia”. Creo que todos los que le escuchamos (y fuimos muchos porque llovía) quedamos sorprendidos con este bohemio (checo) que entiende la guitarra y la música compuesta para ella de una manera muy diferente a la habitual, realmente canta con la guitarra. La primera parte íntegramente dedicada a clásicos del siglo XIX (románticos) la escuchamos en un guitarra romántica (nada mejor) de B. Kresse con un clavijero curvo y asimétrico debido a J.G. Stauffer (lutier vienés) que fue muy copiado. Este tipo de instrumento fue probablemente usado por J.K.Mertz, del que escuchamos las primeras 4 piezas y ya vimos que estábamos ante alguien que respira para cantar la pieza (a vece se le podía oír), que frasea, que consigue buenos volúmenes y magníficos apianamientos, que se mueve por todos los trastes con calidad y seguridad sacando esos timbres preciosos. Una selección de minuetos de P. Jiménez Abril de Tirado, otro de N. Paganini y la Rossiniana de M. Giuliani completaron la primera parte de 45 minutos. Casi todas estas piezas han sido interpretadas por todos los guitarristas, incluso grabado, y son un buen resumen de rasgueos, arpegios, estacatos, trémolos, armónicos, glisandos, etc, en definitiva de maestro del instrumento y Pavel es más que eso.
Pavel Steidl con guitarra romántica.
Una ligera confusión hizo que la gente pensara que se había acabado el concierto, se aclaró rápidamente y comenzamos la segunda parte, esta vez disfrutando con las obras de F. Moreno Torroba para guitarra, ahora ya con una clásica y actual, que la verdad, no sé decir si el instrumento era de Federico Sheppard (lutier americano, gran amigo de Pavel) que se encontraba en la sala. Los sonidos poderosos de esa guitarra en manos de Pavel dieron a las 5 piezas que interpretó, un toque y un sentido tan particular que parecía que fueran nuevas a mis oídos. De esas obras pasamos a música muy actual. Ophelia, una sonata encantada, de Phillip Houghton en cinco secciones que se interpretan seguidas; Pavel nos lo avisó: “era una pieza de sentimientos y muerte”, me recordaron sonidos muy del rock y del pop pero compuesto de otra manera, grandes sonoridades pero notas simples acompañadas de rasgueos, arpegios y una nota pedal muy constante como hilo conductor de la obra. Me gustó mucho. El punto final fue un homenaje creado por Pavel para Jana Obrovska, compositora compatriota fallecida. Entre las sorpresas en la interpretación estuvo el uso del “Canto diafónico” o “Canto de armónicos o de garganta” efecto de conseguir armónicos con la voz y que Pavel emitió mientras tocaba. Solo puedo decir que es de las piezas que hay que escuchar y dejarse llevar para recoger los sentimientos que te broten, el final de la pieza es un corazón dejando de latir (en mi interpretación).
Pavel Steidl con guitarra clásica.
Los aplausos lograron una propina que dedicó a Federico Sheppard, una “Zarabanda” de Cierwenka, segunda parte de la “Partita” encontrada en el manuscrito “Podebrady Jelinik”, autor del que no se sabe más, pero que es de una delicadeza maravillosa, máxime en las manos de Pavel. Esperemos que la asociación nos siga obsequiando con intérpretes tan excepcionales.
Pilar Martínez Taboada, Teresa Franco, José Antonio Arranz, José Luis Romanillos, Marian Harris, Federico Sheppard, Pavel Steidl y Ana Blasco.
Ciclo de conciertos de guitarra española José Luís Romanillos
19 de agosto de 2019. Ermita de San Roque.