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El 4 de diciembre fue un día especial para Algora. Su iglesia parroquial, una imponente construcción del siglo XVI dedicada a san Silvestre, ha recobrado dos de sus elementos más emblemáticos: una estatua de Santa Bárbara en la fachada del edificio y un reloj situado en la torre. Eran elementos que desaparecieron tras el incendio y la ruina de la iglesia durante la guerra civil. Por entonces también desapareció un hermoso retablo barroco y un valioso órgano.

Tigrán colocando la imagen de Santa Bárbara.

Artífice de esta reposición y de las labores de recuperación arquitectónica ha sido la Asociación San Silvestre de Algora, una asociación del pueblo que agrupa a 105 personas y que tiene como fin velar por la conservación y la mejora del patrimonio de la localidad. Hablamos con una de las socias más activas de la agrupación, Marina Yela Layna, mientras contemplamos in situ la colocación de estos dos elementos en la iglesia. “”Una vez al año, en el mes de agosto tenemos una reunión para saber que se puede hacer. En la última reunión se decidió recaudar fondos para colocar la imagen de Santa Bárbara, que según la gente mayor estaba colocada en el exterior de la iglesa y también se decidió colocar un reloj en un desconchado donde se encontraba el antiguo”, nos cuenta Marina.

Tigrán, Marina y María Rosa en la puerta de la iglesia.

María Rosa Yela, hermana de Marina, nos habla de los curiosos métodos que se han utilizado para recauda fondos: “Mi hermana ha trabajado mucho haciendo croquetas, la gente las compraba, y con lo que sacaba, se recaudada dinero”. Tambiénse se vendió para este fin una recopilación que se hizo de los antiguos dichos y canciones del pueblo.

Sobre la imagen de Santa Bárbara nos cuenta Marina que según la tradición se consideraba una santa que ahuyentaba a las tormentas que arrasaban las cosechas. El autor de la escultura es Tigrán Petrosián, un armenio radicado en Sigüenza conocido por su sobresaliente labor en el Museo de la Miel de Jesús Donoso, recientemente inaugurado. “Yo le pregunté a una prima que trabajaba en Sigüenza en un almacén de producción y me dio su teléfono", nos dice María Rosa. La escultura, nos dice Tigrán, el artífice de la obra, es de piedra y es de diseño propio ya que no se ha conservado ninguna imagen gráfica de la antigua escultura. Podemos ver como su tonalidad se mimetiza perfectamente con las paredes de la iglesia dando la impresión de que siempre estuvo allí.

La escultura de Santa Bárbara ya instalada en el lugar donde se encontraba la antigua.

Tras la colocación de la imagen en la fachada del templo por medio de una grúa de la empresa seguntina Todo Alquiler, llegó el turno a la colocación del reloj, que había encargado la asociación a una empresa relojera de Calatrava. Permanecimos junto a Marina y María Rosa Yela, de la Asociación, contemplando la colocación del reloj, en el lugar que ocupó en su tiempo el antiguo. El resultado es que el pueblo ha recuperado dos elementos simbólicos que había perdido.

Colocación el reloj.

Constatamos el ejemplo que dan pueblos como Algora en los que los vecinos, con pocos medios, cuidan con mimo del patrimonio de su localidad. Ya antes de despedirnos nos dice Marina que hay otro proyecto para seguir mejorando este edificio: “Con el tiempo, si podemos conseguir dinero queremos reponer un campanillo de la iglesia que era una preciosidad y que en tiempos pasados se vendió para hacer unas obras”. Esperamos poder asistir también, como lo hemos hecho en esta ocasión, a la recuperación de este otro antiguo elemento de la iglesia de Algora.

El reloj ya instalado en su lugar.

Ediciones de La Plazuela - El Afilador

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