Al visitante de esta excepcional biblioteca le extraña sobremanera la colocación de los libros en sus estanterías, fue una de las primeras en situarlas adosadas a las paredes, dejando libre el espacio central de la sala y ¿cómo están colocados los libros? Con el canto hacia adentro, dentro de una gran labor de encuadernación, se doraron los cantos y se decidió que se dispusieran con el lomo hacia dentro y el dorado hacia afuera, de esta forma reciben una mejor aireación, esta disposición ha ayudado a la conservación de los ejemplares
“La encuadernación es llana, en becerro colorado, los cortes de las hojas dorados todos sin manezuelas, porqué están en cartón, y como se juntan y aprietan, puestos todos de canto que ninguno hay de llano, están bien guardados y compuestos, así parece toda la pieza hermosa, porque desde el suelo a la cumbre está o pintada o cubierta de oro”.
Fray José de Sigüenza se encargó del traslado de los libros de la primera librería, que luego sería dormitorio de los Jerónimos a la librería principal, haciendo dos catálogos para localizarlos, de una forma que hoy sigue sorprendiéndonos:
“El que de nuevo entra en una librería grande o va a buscar autor conocido, o a conocer si hay nuevos autores que él no sepa en la facultad o disciplina que quiere. Para lo primero, le servirá el catálogo de los nombres propios, diciéndolo en que cajón, en qué seno y qué número tiene, sin cansar los ojos buscando, y esto con solas tres notas. Como si buscase a Homero, dirále el índice <Omeri opera A.I.18>; en el cajón que tiene por título esta letra A, en el seno primero, porque, como dije, cada estante tiene cinco, señalados con números castellanos (I,II,III,IV,V) y el libro 18, porque están numerados todos con notas de guarismo.
Y si quiere saber qué obras hay y qué autores que traten Cosmografía, vaya al catálogo o índice de las facultades y allí verá lo que aquí tenemos y si hay algo nuevo o que él no haya visto, y lo mismo hallará en la librería manuscrita y en la de las lenguas vulgares, porque todo tenga claridad y distinción, junto con el buen parecer de fuera”
Fray José de Sigüenza, falleció en el Monasterio de El Escorial el día 22 de mayo de 1606, sirva este pequeño texto en homenaje y recuerdo a una de las figuras más importantes del Siglo de Oro español.
Antonio Nicolás Ochaíta
Autor del libro Vida y obra de fray José de Sigüenza