Un hermoso país al que la gente no le da la gana ir". Estas palabras las escribía el nobel Camilo José Cela en su famoso Viaje a la Alcarria, publicado en 1948. Desde entonces, muchas cosas han cambiado en la provincia. El turismo rural ha hecho proliferar los alojamientos a lo largo y ancho del territorio arriacense, por lo que, poco a poco, los rasgos distintivos guadalajareños se van conociendo en el país, aunque sea a duras penas.
Pero lo que no ha variado ni un ápice ha sido la querencia de sus habitantes por esta tierra. Y un ejemplo de ello es la asociación sociocultural La Hoz, fundada en 2007 por un grupo de vecinos de la capital y que, entre sus finalidades, se encuentra la de dar a conocer la cultura de la provincia y de su entorno. “De todos nuestros objetivos destacan el estudio, el fomento, la promoción y la enseñanza de actividades relacionadas con las tradiciones principalmente de Guadalajara, pero también del resto de Castilla y Extremadura”, señala su presidenta, Charo Hierro.
En esta labor se encuentra involucrado un conjunto de personas definido por su juventud e implicación, que no dudan en invertir su tiempo libre en la mencionada labor. “La gran iniciativa y compromiso de sus componentes ha llevado a la asociación a crear sus dos proyectos estrella: el grupo de baile y la rondalla”, explica Hierro. “En la actualidad, estas dos ideas tienen un carácter propio y estable”, corrobora.
Y aunque el conjunto musical, que recibe el nombre de La Antigua, se creó un poco más tarde –en 2012–, el gusto de sus miembros por lo que hacen no es menor. De hecho, la colaboración con la agrupación dancística es total. “Ambas realidades caminamos en paralelo y nos complementamos. Cada uno ensayamos por separado en el centro social Casas del Rey, que nos cede el Ayuntamiento de Guadalajara. Y cuando tenemos actuaciones próximas hacemos sesiones conjuntas para coordinar voces, instrumentos y baile”, confirman tanto desde La Hoz como desde la rondalla.
Una intensa actividad
Así, una de las principales finalidades de la asociación son las actuaciones, en las que reciben el apoyo de La Antigua. “En 2013 nos invitaron a participar en Castilla La Mancha Televisión”, confirman orgullosos. A esto se une su aparición en numerosas fiestas de municipios arriacenses, como Valdeavellano, Gárgoles de Arriba, Abánades, Rebollosa de Hita, Morillejo o Albalate de Zorita, donde intervinieron en las celebraciones de la Cruz Aparecida de Mayo.
Incluso, han acudido a festivales, como el I Espiga Folk, desarrollado en Azuqueca en septiembre de 2014. Sin olvidar su implicación en intercambios culturales. Por ejemplo, en 2013 viajaron hasta San Pablo de los Montes y Menasalbas, dos localidades toledanas, para mostrar su buena labor. “El año pasado ellos nos devolvieron la visita, por lo que organizamos para su recepción distintos actos musicales con el objeto de exhibir tanto nuestros bailes como los suyos”, relatan desde la agrupación impulsora. Además, últimamente La Hoz también ha desarrollado la I Muestra de folklore en colaboración con el Ayuntamiento de La Toba.
Pero éstas no son las únicas intervenciones de la asociación. De hecho, han participado en eventos solidarios, como las Jornadas del Emigrante, en las que se han implicado hasta en dos ocasiones. La primera, en 2013 –cuando la cita se desarrolló en el Colegio Santa Ana–, y la segunda en 2014, edición que se programó en el salón de actos Eduardo Guitián de la capital.
Y si uno de los fundamentos por el que han apostado desde La Hoz ha sido la divulgación, dando a conocer sus bailes, no menos importante ha sido la formación. Una labor en la que también creen firmemente desde la mencionada asociación. “En el taller de danza también enseñamos el arte de tocar las castañuelas, así como el perfeccionamiento de las jotas castellanas, extremeñas, manchegas, seguidillas…”, explica Charo Hierro. “Cada día es un aprendizaje continuo”, añade.
Por tanto, la implicación de los miembros de La Hoz y de La Antigua en favor de la preservación de la cultura arriacense es más que evidente. Y no dudan en abrirse a la ciudadanía, a la que invitan a que les conozcan. “Nos encantaría ampliar tanto el grupo de baile como el de rondalla, no importando ni la edad ni la experiencia”, argumentan. Un deseo que también es extensivo al conjunto musical. “En Castilla tenemos un rico patrimonio cultural, folclórico y etnográfico que no puede perderse y que de alguna manera estamos obligados a conservar, enseñar y transmitir”, asevera Charro Hierro. “Y precisamente eso es lo que nos proponemos en la asociación”, concluye. Sin duda, un magnífico compromiso, sobre todo en los tiempos que corren.