De nuevo Bell’Arte nos ofreció música de piano; en esta ocasión con el siempre joven Arturo Grossi que se ha convertido en un magnífico pianista gracias a su esfuerzo y al apoyo y enseñanzas de Bernadeta Raatz y Breno Ambrosini entre otros. No son pocas las ocasiones en que lo hemos escuchado en este auditorio y siempre con una calidad y madurez excelentes.
Arturo Grossi en El Pósito de Sigüenza.
A mí personalmente me habría venido muy bien una pequeña explicación sobre las obras escogidas y por qué enlazarlas, al término del concierto me lo aclaró un poco el propio Arturo; en su opinión son obras que encajan muy bien para pasar de una a otra sin interrupción. En la primera parte escuchamos “Campanas de despedida y una sonrisa” de Tristan Murail, obra homenaje a su maestro Camile Sensans (Saint-Saëns) tras su muerte, duró menos de 6 minutos y sin apenas percatarnos comenzó la “Sonata en Si bemol menor Op. 35” de F. Chopin, a la que se incorporó dos años después de crearla su famosa “Marcha fúnebre” como tercer movimiento. Media hora de muy buena interpretación que nos pidió un esfuerzo de atención y escucha, y que se cerró con un fuerte aplauso. Según Arturo el propio Chopin tenía algo de dodecafonista; puede que, en este caso, lo diga por el cuarto y último movimiento de la sonata.
En la segunda parte escuchamos otras dos piezas también enlazadas. Primero la “Música ricercata” del húngaro György Ligeti, que es una obra formada por 11 pequeñas obras, con la particularidad de que la primera solo usa dos notas, la segunda tres y así hasta la última donde usa las 12 notas armónicas, con todo tipo de motivos, incluso con dos homenajes a B. Bartok (in memoriam) y a G. Frescobaldi (omaggio). Estas cosas creo que viene bien contarlas al público, pero….. Y enlazada con ella una canción de cuna de F. Chopin de 5 minutos de susurrante música para acabar dulcemente. Bueno, fue una delicia de interpretación. Muchos aplausos.
Cabe pensar que la propina que nos ofreció fue tan corta por el esfuerzo realizado anteriormente, así que de propineja: la “Danza española nº5” (La asturiana) de Manuel de Falla en un arreglo del propio Grossi, total menos de tres minutos. Y un aplauso grande, grande. Gracias Arturo. Gracias Bell’Arte.
30 de mayo de 2021. Teatro Auditorio El Pósito de Sigüenza
Nota.- Sigo solicitando para el Pósito, tras haber cumplido con creces más de diez años de exhaustiva utilización, un telón que funcione, una ampliación de la escena, unas luces que no martiricen al público y un repaso general de butacas. Es buen momento para obras.