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Hae unas semanas apareció un libro muy interesante. Se trata de ¿Lugares que no importan? La despoblación de la España rural desde 1900 hasta el presente, de Fernando Collantes y Vicente Pinilla. Ambos, expertos en el tema y con investigaciones desarrolladas desde hace años. Está editado por las Prensas Universitarias de Zaragoza y se trata de la traducción de Peaceful Surrender. The Depopulation of Rural Spain in the Twentieth Century, de los mismos autores, publicado en 2011 por Cambridge Scholars Publishing.

En las casi doscientas cuarenta páginas de que consta el volumen, los autores construyen un esquema teórico que dé sustento a la descripción, análisis y explicación del fenómeno de la despoblación rural en Europa y ahí insertan el caso de España que es la razón del estudio. Comparar los datos de Inglaterra, Francia, Italia, Polonia y Rumanía, distintas sociedades y diferentes momentos a lo largo del siglo XX, con el caso español ayuda a poner en contexto, y entender, estas complejas situaciones.

Porque la despoblación rural en España tiene características propias, pero es coherente con lo sucedido en otros lugares de Europa. En unos sitios antes y en otros después. Libro muy recomendable para cualquiera que tenga interés en conocer las causas de la despoblación rural en España en el siglo XX (para el XIX ya había alguna brillante referencia) y quiera saber los orígenes de la situación actual. Una lectura que a algunos nos parece es el paso previo para proponer acciones pero que no es la tendencia con más seguidores.

En la edición española se han incluido un prólogo, La eclosión del debate público sobre la despoblación, y un posfacio, Los mitos del debate público sobre la despoblación. Altamente recomendables y que se podrían haber puesto bajo el título de Resumen ejecutivo. En el prólogo, después de dar fe de la presencia del tema en los medios de comunicación en los últimos años, apuntan en la página 13: “Una vez posicionada la despoblación rural como tema de debate público, la cuestión clave es que dicho debate gravite en torno a datos rigurosos, argumentaciones fiables y propuestas útiles. En nuestra opinión, esto por ahora no está ocurriendo. Lo que encontramos, más bien, es una serie de mitos, frecuentemente repetidos por periodistas y comentaristas pero que no, por ello, se corresponden con la realidad”. En el posfacio, como reza el título, entran a comentar los mitos. Son cuatro:

— Caminamos hacia el desastre. Dentro de poco estará todo perdido.
— Otras partes de Europa han logrado mejores resultados gracias a una mayor sensibilidad política ante los problemas rurales.
— La “España vacía” es una “España vaciada” por culpa de políticas públicas.
— La despoblación sólo puede revertirse con nuevas políticas.

Este es un libro que, supongo, se usará en el mundo académico porque es una fuente de conocimiento útil en el momento y base para seguir investigando. Pero no se queda ahí, con ser mucho, su potencial. Por el tema que trata, el enfoque y la claridad con la que está escrita es una obra que puede (y debe, en mi opinión) llegar a más amplios círculos sociales. Me parece de obligada lectura para agentes políticos y sociales de todos los ámbitos. Eso sí, muchos prejuicios, asentados en el imaginario colectivo, temblarán tras el desmontaje de los mitos citados más arriba. Pero si se lee con atención hay valiosas lecciones que aprender. Las dudas, como siempre, es si se hará y por quién. Pero eso ya depende de cada cual.

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