Con la música a otra parte
Este dicho tan popular se va a poner de actualidad, por culpa de la maldita crisis, y si los ciudadanos no ponemos algo de nuestra parte para remediarlo.
Y digo esto porque cuando el dinero escasea o dicho de otra manera, está aparcado en paraísos fiscales u otros siniestros lugares, a la espera de nuevos “pelotazos”, son las actividades culturales las primeras que se resienten.
En lo que a la música se refiere, son muchas las Bandas que, sobre todo en localidades pequeñas, tratan de salir adelante participando en las fiestas de nuestros pueblos acompañando procesiones religiosas y amenizando el baile vermut en la Plaza Mayor. Todo esto corre, por lo general, a cargo de los Ayuntamientos, por lo que, en un futuro inmediato, la cosa pinta muy mal.
En principio parece que no debería tener mucha importancia que durante un tiempo se fueran las Bandas “con la música a otra parte”, pero la cosa no es tan simple. Para empezar hemos de considerar que es ésta la única fuente de financiación que prácticamente tienen las Bandas pequeñas, cuya actividad no solo consiste en tocar en fiestas y otros eventos, además y esto es muy importante, mantienen a su cargo escuelas de música en las que se imparten clases por profesores profesionales que, lógicamente, vienen de fuera. No todo el mundo vive en grandes ciudades en las que están los conservatorios y otras escuelas subvencionadas por organismos estatales.
Conviene reflexionar sobre este asunto porque corremos el riesgo de perder una actividad cultural tan importante. Es mucho el tiempo y el esfuerzo que se necesita para aprender a tocar un instrumento y ni os cuento, para formar una banda y su correspondiente escuela; pero muy poco, apenas nada, el necesario para que desaparezcan. Esto lo sabernos muy bien los seguntinos que, por cuestiones económicas, nos quedamos sin Banda y a estas alturas todavía estamos esperando y añorando aquellos conciertos y bailes en el Paseo de la Alameda.
Estoy seguro de que, si nos lo proponemos y con el esfuerzo de todos, seguiremos escuchando música en nuestras Fiestas Patronales. Las Bandas ajustando precios, los Ayuntamientos llegando hasta donde puedan y el resto con la colaboración ciudadana.
Y cambiando de “Tiempo y Ritmo” no quiero olvidarme de nuestro Festival de Jazz. Y menos ahora que la Unesco, a petición de una serie de países, entre ellos España, ha declarado el 30 de Abril como “Día Internacional del Jazz”. “Jazz Sigüenza” ha celebrado seis ediciones, ganándose un merecido prestigio. Por él han pasado músicos como Uri Caine, Henri Texier, Baldo Martinez, Jamie Saft, Agustí Fernández –con grabación de un disco–, Dave Burrell, por citar algunos. Este año pasado se quedó en compás de espera. No está muy claro cuánto habrá que esperar pero sería un gran error que, como nuestra Banda de Música, lo metiéramos en el “Baúl de los Recuerdos” , como la canción de Karina.
Ricardo Checa