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Mariano Alcalde es el decano de la hostelería seguntina. En la actualidad regenta, junto a su mujer y sus hijos, uno de los establecimientos más emblemáticos de la ciudad, el "Mesón Los Soportales", situado en la Plaza Mayor.

De origen cifontino, Mariano Alcalde estudió en un colegio de Auxilio Social de Castellón de la Plana. Llegó en 1972 a Sigüenza y desde siempre ha trabajado en el sector hostelero. “Empecé a trabajar en el bar de la piscina de La Rosaleda, que estaba en la carretera de Alcuneza, y luego me fui a trabajar con el Cres (Crescencio Guarraz) en el Mesón Castilla. Estuve trabajando allí 7 años hasta que lo traspasó, luego estuve medio año en El Laberinto y a continuación me fui a trabajar con Encarna Juberias, la mujer de Miguel Canfrán Muela, en el Ficus”. Al morir Encarna, Miguel Canfrán Muela les ofreció regentar el “Ficus” a Santiago Mayor y a él. “Entonces es cuando empecé yo como autónomo en el gremio de la hostelería. Eso fue en el 82 u 83. Estuve 17 años trabajando allí. Luego Miguel Canfrán Muela me dijo que si me quería quedar con lo del Atrio, y allí estuve otros 16 o 17 años.

De izq. a dcha. Javier Relaño, Santiago Mayor y Mariano Alcalde en la cafetería "Ficus" en 1980.

En 2005 teniendo el Ficus y el Atrio a medias con Santiago, me decidí quedarme con Los Soportales, ya que pensé que había campo para trabajar en un local situado en la Plaza Mayor. Dejé allí a mi mujer y durante un tiempo lo abría solamente los fines de semana. Con el personal que teníamos se podían cubrir los dos sitios”.

 

Dejó el “Atrio” en el 2006 porque la economía se complicó en los años de la crisis. “A mí me pilló la crisis en el Atrio, tenía mucho personal y pocos ingresos, las cosas como no las cortes a tiempo te puedes buscar una ruina”. Se centró en “Los Soportales”, un sitio más pequeñito y más económico. Ahora trabaja allí toda la familia, su mujer Paloma y sus dos hijos, Sergio y Cristina, además contrata a otras personas cuando lo exige la demanda.

 

Mariano habla de las diferencias entre la hostelería de sus primeros años y la actual: “Cuando yo empecé funcionaban todos los bares, todos tenían su clientela, se trabajaba mucho, eso sí, yo entraba a las 9 de la mañana a trabajar y hasta las 12 o la 1 no me iba a mi casa. Las cosas han cambiado porque la gente de Sigüenza ya no frecuenta tanto los bares y restaurantes como antes, ahora se vive más del turismo”. Considera que ha habido muchos avances en la hostelería y que el oficio ha cambiado a mejor: “El oficio de hostelería no es duro pero te tiene que gustar, hay que tener psicología y saber cuando entra un cliente cómo te va a venir. La gente te respeta más que antes pero también te exige más y eso te estimula”.

Mariano Alcalde en "Los Soportales", al fondo en la barra, su hijo Sergio.

 

En cuanto a la rentabilidad del negocio hostelero considera que en Sigüenza ha pegado una subida tremenda: “Sigüenza es ahora una sorpresa, tienes que estar preparado cualquier día porque no sabes lo que te va a venir encima, y aquí cuando sale el sol la terraza se llena”.

 

Considera positiva para todos la estrella Michelín obtenida por el restaurante “El Doncel”: “Cuando me enteré de la noticia, para mí fue una alegría tremenda. Eso quiere decir que lo han trabajado muy bien y que los demás tenemos que seguir aprendiendo para hacerlo cada vez mejor. Es un estímulo para que otra gente vaya subiendo el nivel”.

 

Sobre la tradicional desunión del gremio de hostelería afirma que “es una cosa muy complicada de explicar. Hay piques pero yo no sé por qué. Yo fui uno de los promotores de la cofradía de Santa Marta pero lo dejé hace unos años. Es una pena que no haya una asociación de hosteleros porque Santa Marta es un día de fiesta y al día siguiente nada. En Sigüenza somos unos 62 establecimientos de hostelería y la unión haría fuerza para resolver problemas como los que se han planteado en algunos lugares con las terrazas”. Cree que habría que estar más unidos y recuerda que hace un par de años se hizo un intento con la presentación en Fitur de la cocina seguntina en la que estuvieron unos 25 establecimientos, pero lamenta que no haya habido continuidad. “Hay cosas que sí han funcionado, como el fino seguntino, espero que este año con la estrella Michelín se vuelva a retomar la iniciativa”.

 

Mariano considera positivos los eventos que tienen lugar en la Plaza Mayor como el de los coches antiguos o el de trial, “son imágenes que se ven en el mundo entero y eso crea una imagen buena para Sigüenza, habrá gente a la que le moleste el ruido pero nosotros vivimos del turismo”. También elogia las Medievales, que considera unas fiestas bonitas. Sin embargo es crítico con algunas otras iniciativas: “A mí por ejemplo no me gustó como se planteó la reciente fiesta del Premio de Escapada rural, si haces una cosa de turismo rural hay que hacerlo bien, lo que no lo puedes convertir es en una verbena de botellón como pasó en la Plaza Mayor, fue una cosa improvisada que salió mal… la gente que vino de fuera no sé qué impresión se llevó, pero probablemente no muy buena. Además yo no puedo consentir que a la puerta de mi casa venga un señor que tiene un establecimiento de hostelería y monte su puesto al lado del mío”.

 

Para Mariano el mejor alcalde para su gremio fue Juan Antonio Martínez Gómez-Gordo: “Con sus libros de divulgación hizo muchas cosas por Sigüenza”. También tiene elogios para el actual regidor: “Me parece un buen alcalde aunque al ser presidente de la Diputación no puede estar en todos los sitios y en ocasiones tiene que delegar en otros”.

 

Sobre cosas que se puede hacer para mejorar Sigüenza comenta el mal estado de la Travesaña Baja: “Allí se ha construido como se ha querido, no se ha respetado nada y se ha dejado que se caigan muchas casas”.

 

También hace una propuesta concreta que considera haría que mejoraran las visitas a la ciudad, cambiar la dirección de la Calle Mayor: “Para mí es un problema que esté prohibida la dirección de bajada, mucha gente que va al Parador luego al no poder bajar por la Calle Mayor, se va sin ver Sigüenza”.