Elena Guijarro, presidenta de la Asociación de Amigos de la Iglesia de Santiago, es arquitecta, tiene un estudio de arquitectura en Guadalajara capital y actualmente preside el Colegio de Arquitectos de dicha ciudad. Está muy vinculada a la ciudad de Sigüenza.
¿Cuáles son las características a grandes rasgos y la historia de la iglesia de Santiago?
Es una iglesia románica de finales del siglo XII, construida al tiempo que se erigió la Catedral. Todos sus elementos, excepto las cubiertas, son románicos. Como en la Catedral y en la Iglesia de San Vicente no hay figuras humanas en las arquivoltas de la portada, sino que presentan dibujos geométricos y vegetales. Eso es debido a que en la época en que se construyeron, el obispo de Sigüenza, que provenía del Cister, era austero y prefería las representaciones geométricas. A principios del siglo XVI el templo se convierte en convento de Clarisas. El convento fue destruido durante la guerra civil y tras un intento fallido de rehabilitación en la postguerra, en 2003 se hizo la primera restauración a cargo de la Junta, de la que se encargó la arquitecta Pilar Hierro. Se limpió y se hizo una cubierta de madera con la estructura actual, se rehicieron los arcos y se reconstruyó el muro. En 2007, en una segunda fase, se restauró el coro y se consolidó la fachada que estaba muy deteriorada. Quedó pendiente de restaurar la portada y la adecuación interior.
¿Cómo fue tu implicación en el proyecto?
El verano de 2012 el concejal de Patrimonio, Primitivo Alguacil, me llamó para hablarme del proyecto y pedirme que interviniera en la medida de lo posible. Yo en principio pensaba que iba a hacer una colaboración, un asesoramiento en la parte técnica y en la dirección de la obra y dije que sí, que contaran con mi ayuda. Al final me contaron que se iba a hacer una asociación, una vez constituida, me incorporé a la junta directiva y sin darme cuenta me encontré presidiendo la junta.
¿Cuáles son los fines de la Asociación de Amigos de la Iglesia de Santiago?
A raíz de la firma de un convenio, el cabildo le cede la gestión y el uso del edificio durante 25 años al Ayuntamiento de Sigüenza. Una vez que el Ayuntamiento obtiene el uso del edificio, se crea esta asociación para que asuma la gestión y la restauración del mismo. Para ello la AAISS firma a su vez un nuevo convenio con el Ayuntamiento y empezamos a hacer gestiones para recaudar fondos, pedir subvenciones a ADEL-Sierra Norte, al Ministerio, etc… Somos ocho miembros en la Junta Directiva: Juan Fogué de Patrimonio de Guadalajara, Plácido Ballesteros que está en Cultura en la Diputación, Primitivo Alguacil concejal de patrimonio, la cronista oficial Mª Pilar Martínez Taboada, la archivera de Sigüenza, Amparo Donderis, y un representante de cada grupo político con presencia en el Ayuntamiento, Sonsoles Arcones entra por parte del PP y Charo Galán por parte del PSOE. Hay otra gente que colabora, como Javier Bravo, que se encarga de difundir las actividades y de sacar notas de prensa; Ricardo Barbas, que trabaja en la Diputación y es arqueólogo, que nos echa una mano con el tema de las piedras y de la página web; José Luis Blasco es el que nos ha hecho las lonas y el mapa de la provincia con los puntos de información del románico. También colaboran desinteresadamente empresas como El Casetón que nos ha dejado las sillas, Fontvella, los cañones de calor y Pedro Moreno e Hijos que nos asesoran en la gestión, Alvaro Velilla, etc.,
¿Qué actividades lleva realizadas la AAIS en la iglesia?
Después de presentarse el proyecto este año ya se han realizado varias actividades. A veces se hacen porque alguien nos pide la sala y otras las promueve la asociación para recaudar fondos. La primera fue la propia firma del convenio que se hizo allí para que la gente conociese el edificio porque curiosamente todavía hay mucha gente en Sigüenza que no sabe que está abierto ya casi un año. Se hizo la clausura del otoño universitario, en la que actuó el coro de la Universidad de Alcalá y posteriormente se clausuró la primavera universitaria y a la que acudieron autoridades y resultó muy vistosa. Con objeto de recaudar fondos la asociación organizó entre otros el concierto de piano y viola de Cristina Férriz e Ignacio Serrano, que resultó muy emotivo. En el Sigüenza Folk en San Vicente también se programó un concierto. Luego se han hecho conciertos con la Asociación de Violería de Romanillos-Harris.
¿Cuáles son los objetivos que se plantea la Asociación?
De momento el objetivo es terminar de acondicionarla pero con el objeto de que, además de utilizarla en conciertos y actuaciones, en el futuro se convierta en un Centro de interpretación del románico: románico de Sigüenza, románico en las pedanías, en el entorno, en la zona de la Sierra de Pela y de Atienza y luego en toda la provincia. La idea es ir mostrando todos esos grupos de arte románico y además hacer rutas. Me dicen que en Campisábalos también hay una propuesta para hacer un centro de interpretación del románico de aquella zona, la idea es hacer rutas de Sigüenza a Campisábalos y recorrer toda la Sierra de Pela con todas las iglesias románicas. Se trata de ir poco a poco creando un foro de información del arte románico en la provincia.
¿Cuáles son los pasos para conseguir este objetivo?
Por un lado está el proyecto de obra, de adecuación de todo el edificio. Lo iremos haciéndolo poco a poco con las ayudas que vayamos recibiendo. El proyecto completo recoge la adecuación de lo que es la sacristía para hacer allí un almacén y unos camerinos, saneándola porque ahora mismo hay humedad y no está en buenas condiciones. Se proyecta también la colocación del pavimento adecuado en toda la nave y en el presbiterio, se incluye la instalación de calefacción, electricidad e iluminación, y en la parte del sotocoro, a la entrada, se prevé hacer dos módulos, en uno se colocará la instalación de la calefacción y en el otro los aseos, con uno para minusválidos. Queremos que se adecúe lo más posible a lo que sería un espacio de uso público, como sistemas de extinción y detección de incendios, las vías de evacuación, etc. Por otro lado tenemos pendiente la continuación de la rehabilitación de paramentos que se comenzó en 2003. Nuestro proyecto constituiría una tercera fase de los ya iniciado, se trata de ir sustituyendo y adecuando la sillería y los paramentos interiores, sustituir piedras que están muy deterioradas por la humedad como ya se hizo anteriormente. Las piezas proceden de una cantera de Quintanar de la Sierra y nuestra intención es continuar con esta cantera, por lo que hemos pedido ya presupuesto a la misma para su suministro. Esas piedras son las que vamos a financiar con la campaña Apadrina un Sillar. La aportación mínima son 50 € pero el coste de cada sillar son 100 €, contando la piedra, la mano de obra, el transporte. El que quiera apadrinar un sillar paga 100 €, el que no quiera poner esta cantidad, puede poner 50€ y lo apadrinará conjuntamente con otra persona. Una vez que la cantidad esté ingresada, nosotros encargamos las piezas y cuando se coloquen, haremos una pequeña marca, como las marcas de canteros y al padrino le daremos un certificado con un plano indicando qué pieza ha apadrinado. También tenemos previsto hacer las piezas especiales con otro sistema de financiación que es el de micromecenazgo. Se trata de, por ejemplo, basas de columnas, ventanas que hay que terminar de hacer, piezas como estas, que no son sillares, y tienen un coste más elevado.
¿Los donativos conllevan algún tipo de desgravación?
La iglesia de Santiago no está aún calificada como Bien de Interés Cultural (BIC), hemos iniciado el expediente para que lo sea, porque hay dos opciones para que se puedan desgravar las donaciones que se hacen: cuando una asociación tenga dos años y se considere de interés público o si se declara la iglesia como BIC; hemos iniciado los dos procesos para que las aportaciones que se hagan se puedan desgravar en breve.
Vista del interior de la iglesia de Santiago preparada para una actuación.
¿Hay plazos para estas actuaciones en la Iglesia de Santiago?
Yo prefiero que esto lo hagamos despacio, pensado y bien hecho, porque a veces la gente nos pide que empecemos a hacer algo deseando que se vea ya el resultado pero cualquier cosa que hagamos que no sea definitiva puede suponer el tener que deshacerla. Queremos hacer cosas con calma y meditadas, contando con un plan director muy claro de qué es lo que queremos hacer. Muchos nos piden que para invierno esté ya la calefacción pero si pensamos en hacer un sistema de aire, que creemos el más conveniente para la iglesia por su uso puntual y no continuado, tenemos que hacer conductos, enterrarlos y protegerlos, por lo que hasta que no tengamos el dinero para hacer la calefacción completa no la empezaremos. Esta una labor que requiere tiempo y dedicación, todos estamos trabajando con mucha ilusión y muchas ganas aunque yo pensé que iba a ser algo más sencillo y más rápido.
¿Por último, nos puedes hablar de tus raíces seguntinas?
Hace poco oí en la radio una frase que me hizo gracia: cada uno es de donde ha hecho el bachillerato. Así pues, yo soy de Sigüenza. Llegué con seis años y cursé aquí todos mis estudios, hasta COU. Mi padre ejerció aquí muchos años de veterinario y fue además profesor de la SAFA. Cuando vinimos a vivir a Sigüenza, residíamos enfrente de la catedral, luego lo hicimos en San Roque, y desde allí, cuando mi padre, con otras personas de Sigüenza, como Gerardo Riosalido y Pepe Gallego, creó la cooperativa de las viviendas de Santa Librada, pasamos a estrenar la nueva urbanización. Actualmente mi familia sigue manteniendo ese piso. Yo me compré un piso en San Roque hace diez años, lo hemos arreglado y de hecho en verano prácticamente vivimos en Sigüenza. A lo largo del año venimos bastante porque tengo la suerte que a mi marido, que estuvo trabajando en el Parador, le gusta la ciudad casi más que a mí.
Para formar parte de la Asociación de Amigos de la iglesia de Santiago hay unos boletines de inscripción en la propia iglesia, o por el correo electrónico:
Entrevista: Tribulete / José Mª Cañadas