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El pasado mes de enero en varios pueblos de la Comarca de Molina de Aragón han sufrido cortes en las líneas telefónicas y por tanto se han quedado sin internet, sin teleasistencia y sin teléfono fijo. Hasta aquí no es algo nuevo ya que ha pasado más veces no solamente en esta comarca sino en muchos más lugares de la España rural, pero lo curioso del caso es que esta vez Telefónica tuvo la desfachatez de culpar de la avería a unas aves, los Pico Picapinos (Dendrocopos major).

Según Telefónica estos cortes de suministro en la línea Molina de Aragón–La Yunta tienen su origen en los pájaros pico picapinos, ave habitual de la comarca, que acostumbran a hacer hendiduras en los postes y esto es lo que provocaría el problema. Esta burda excusa ha molestado, y con razón, a los vecinos que han manifestado en varios medios de comunicación que la verdadera culpable es la dejadez de la compañía en el cuidado de la línea que tiene más de 40 años y no recibe el mantenimiento adecuado. En algunas declaraciones los vecinos comentan que estamos en enero sufriendo temporales y nos dicen que han sido unos pájaros, esto es el colmo cualquiera sabe que los pájaros “picapinos” como dice su nombre, les gusta picar en los pinos, no en los cables.

En primer lugar, me gustaría recordarles a los técnicos de Telefónica que los postes están tratados con creosota, que es una destilación de alquitrán de hulla, y entre otras características tiene una alta toxicidad contra hongos e insectos, por lo cual es muy extraño que los pico picapinos encuentren insectos en los postes porque están tratados para que los insectos no puedan vivir en ellos. Fácil de comprobar repasando los postes de cualquier pueblo y ver cuantos de ellos tienen agujeros de picapinos, hagan la comprobación si quieren.

Y, en segundo lugar, recalcar que los pico picapinos son unas aves muy comunes en toda España y se estima que hay entre 150.000 y 190.000 parejas reproductoras en nuestro país, su hábitat es forestal por lo cual suelen vivir donde hay árboles, en los cuales encuentran alimento y refugio, y no suelen estar tratados con ningún tipo de veneno. Y es también muy curioso que siendo una de las aves más extendidas por todo el territorio de la Península Ibérica solo atacan a los postes de teléfono los picapinos de esa zona de la comarca molinesa.

Conclusión: Los señores de Telefónica nos toman a los que vivimos en el campo por imbéciles.

Hablando del Pico picapinos querría resaltar una cualidad única de esta familia de aves que esta siendo estudiada por numerosos neurocientíficos para aplicarla a la prevención de accidentes en humanos y que ya está dando sus primeros frutos.

Un Pico picapinos golpea el tronco de un árbol entre 18 y 25 veces por segundo (de 8.000 a 12.000 veces al día) a una velocidad de 6 m/seg. (21’6 Km/h), esto implica que está sometiendo a su cerebro a una fuerza de desaceleración de 1.200 veces la fuerza de la gravedad en cada golpe. Para que se entienda mejor, estos impactos contra los arboles son más de 100 veces lo que puede soportar un jugador de fútbol americano sin sufrir una conmoción cerebral, en pruebas realizadas entre jugadores de la NFL (National Football League) el máximo que resistieron algunos jugadores de futbol americano fueron 98 veces la fuerza de la gravedad. Además, esta característica no lo posee ninguna otra ave porque si la fuerza de desaceleración que aguanta un picapinos se aplicará al cráneo de cualquier otro pájaro, su cerebro se desharía.

¿Como consiguen entonces estas aves no morir por lesiones cerebrales?

Gracias a su anatomía, su pico es duro y resistente pero también elástico; los huesos del cráneo son esponjosos, en la mayoría de las aves los huesos del pico se unen a los huesos del cráneo, pero en los picapinos el cráneo y el pico están separados por un tejido esponjoso que absorbe el choque cada vez que el pájaro golpea su pico contra un árbol; en su cabeza hay muy poco espacio entre el cráneo y el cerebro para que el líquido encéfalo raquídeo reduzca las vibraciones y, para finalizar, el hueso hioideo forma una estructura especial, unida a la lengua, que también amortigua la vibración. A la vez, este sistema de amortiguación es sensible a lo que se mueve dentro de la corteza del árbol, lo que les sirve para detectar y obtener alimento.

Para finalizar quiero resaltar que hay una nueva tecnología llamada MIPS Brain Protection System, inspirada en la morfología de la cabeza de estas aves, aplicada a cascos para proteger la cabeza de los humanos. También inspirado por la morfología de estas aves, y como esta les ayuda a mantenerse en los arboles mientras picotean, existe un piolet diseñado por Franco Lodato, especialista en diseño biónico, cuya ergonomía protege de los impactos al escalador.

Se nos quedan en el tintero muchas más cosas fascinantes de estas aves, aun así, espero que a partir de ahora cuando paseando por nuestros bosques y parques oigáis el tamborileo de los picapinos os detengáis un momento a disfrutar de esta increíble criatura.

Viñeta

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