Después de una lluviosa y preciosa primavera estamos a las puertas del verano y con la llegada del calor pasaremos mucho más tiempo al aire libre. Pero el calor también nos trae una gran cantidad de insectos, entre los que se encuentran los molestos mosquitos, tábanos, etc. Recordar que cada hembra de mosquito puede llegar a poner entre 100 y 300 huevos en cada puesta y pueden tener entre 1.000 a 3.000 crías en el transcurso de su vida. El ciclo de la puesta del mosquito es el siguiente: el huevo a los tres días de puesto se convierte en gusano, en seis o siete días en larva y luego de varias mudas se convierten en pupa o en ninfa y llegará a adulta en cinco días más. Así que nos podemos hacer a la idea de la gran cantidad de mosquitos que pueden criarse cada dos semanas.
Golondrina y avión.
¿Qué sería de nosotros sin nuestros aliados los animales insectívoros? En primer lugar, debemos tener en cuenta que como murciélagos y aves que pasan con nosotros todo el año no darían abasto ante tanta población de insectos nos llegan desde el sur grandes refuerzos de aves insectívoras entre las que debemos destacar aviones, vencejos y golondrinas. Cada golondrina consume alrededor de 850 insectos al día, por tanto, solo necesitamos echar un vistazo a nuestros cielos o tejados y contar cuantas golondrinas, vencejos o aviones vemos, multiplicar por 850 y calcular los millones de insectos que eliminan diariamente estas bellas aves. Sin ellas cuando levantáramos la vista al cielo solamente veríamos nubes de insectos sobre nuestras cabezas y los sentiríamos sobre nuestros cuerpos en forma de picotazos o sobre nuestras plantas en formas de plagas. Como ya ha sucedido otras veces, lo siguiente seria exigir que fumigaran y así además de envenenarnos a nosotros mismo y de paso eliminar unos pocos insectos, que no el problema porque en breve saldrían las nuevas generaciones de insectos que ya habían sido puestas con anterioridad o llegarían de otros lugares donde no se ha fumigado, porque no podemos fumigar toda la comarca, y tendríamos otra vez nuestros pueblos llenos de mosquitos.
Avión común
Por lo que es mejor proteger y ayudar a que en nuestros pueblos y ciudades estas beneficiosas aves aniden; pero por desgracia la sociedad actual se esta volviendo muy necia y en lugar de recibir con los brazos abiertos a estas aliadas contra los mosquitos hacemos justamente lo contrario. Destruimos sus nidos porque ensucian nuestras calles o simplemente por incultura o estupidez. En Sigüenza sin ir más lejos podemos poner dos ejemplos aunque seguro que alguien conoce alguno más, el primero de ellos es en la bajada del Portal Mayor donde alguien se dedica a destruir el nido de una pareja de golondrinas comunes año tras año, será que le molesta mucho, y otro es La Ronda donde una pareja de golondrinas dáurica había construido, debajo de un saliente en la roca su increíble nido, y lo han destruido por destruir ya que estaba en un sitio donde no molestaba a nadie.
Estos hechos son una muestra de la estupidez humana pero lo que creo que no saben quiénes realizan estos actos, son las consecuencias legales que les pueden causar. Cuando hablamos de vencejos, aviones o golondrinas debemos saber que, la destrucción de sus nidos, las molestias a los mismos o dañar a estas aves está considerado un delito por las leyes estatales, ya que se trata de especies protegidas. La retirada o destrucción de nidos está prohibida y penado con multas que van desde 5.001 a 200.000 euros.
Cría de vencejo.
Únicamente se podrán conceder autorizaciones excepcionales para retirarlos cuando exista un riesgo demostrable para la seguridad o la salud de las personas, y siempre que no exista otra solución satisfactoria. Esta autorización excepcional solo podrá ser emitida por las comunidades autónomas para su ejecución y fuera del periodo de cría. Por lo tanto, cualquier persona que observe casos de destrucción de nidos, molestias en las colonias o detecte que no se cumple con los requisitos exigidos por la legislación, debería denunciarlos ante las autoridades y ponerlo en conocimiento de SEO/BirdLife.
Para finalizar recordar que la golondrina es una de las aves más apreciadas por los seres humanos desde tiempos inmemoriales son protagonistas de numerosos mitos y leyendas. En África es sinónimo de pureza al permanecer mucho tiempo en el aire y no manchar su plumaje con la tierra; en China simbolizan la felicidad dentro del matrimonio pues son fieles a su pareja durante toda su vida y en la Antigua Grecia eran estandarte de la clarividencia puesto que, al dar de comer a sus crías, que nacen ciegas, les dan la vista. En la tradición española si las golondrinas anidaban en una casa, significaba que era un hogar próspero que había conseguido su fortuna con honradez.
Otra muestra del amor y el respeto que se ha tenido siempre a estas aves la podemos encontrar en las obras de grandes poetas grandes poetas como Gustavo Adolfo Bécquer, Miguel de Unamuno o Alfonsina Storni.
En resumen, protejamos nuestras aves insectívoras que nos dan infinitamente más beneficios que molestias.
Texto y fotografías: Javier Munilla.