Fue el 27 de febrero de 2003 cuando las Cortes de Castilla La Mancha mediante la Ley 5/2003 declaran Parque Natural al Barranco del río Dulce. Esta declaración de Parque Natural se realiza para garantizar la conservación del paisaje, gea, flora, fauna, aguas y atmósfera de este espacio natural; restaurar las áreas y recursos naturales que se encuentren degradados por actividades humanas; fomentar los usos y aprovechamientos tradicionales, de manera sostenible y compatible con la conservación de los recursos naturales; facilitar el conocimiento y el uso no consuntivo y sostenible de los recursos naturales por los ciudadanos; promover la investigación aplicada a la conservación de la naturaleza y contribuir al desarrollo socioeconómico de los municipios afectados por el Parque Natural y su Zona Periférica de Protección.
Cascada Gollorio con buitre. Pelegrina.
Bueno, pues desgraciadamente muchas de estas cosas no se han producido y, además, la más importante que es la conservación del paisaje, gea, flora y fauna se está viendo muy afectada por la masiva afluencia de visitantes sin control alguno. Creo que ha llegado el momento en que la dirección del Parque debería tomar cartas en el asusto y empezar a poner unos cupos de visitas, al mismo modo que se hace en el Hayedo de Tejera Negra, sobre todo los fines de semana y puentes que son los días de mayor presencia de visitantes. Además de aumentar la vigilancia esos días de máxima afluencia.
Cualquiera que se pasee por el Dulce, especialmente estos últimos fines de semana desde que se levantó el cierre perimetral, como ya ocurrió durante el verano y otoño pasados, puede observar con tristeza la degradación que afecta a los lugares más visitados. La acumulación de basuras y las molestias causadas a las distintas especies animales, especialmente a las aves, que habitan el P. N. Barranco del Rio Dulce en forma de paso constante de personas cerca de sus lugares de cría, gritos y, últimamente, vuelos de drones, algo que está totalmente prohibido por ley en los parques naturales sin permiso especifico. Esperemos que más pronto que tarde los responsables tomen las medidas adecuadas para que no tengamos que lastimar perdidas tan importantes para el valor del parque como la ocurrida hace unos años con pareja de águila perdicera que criaba en Aragosa o la marcha de la pareja de halcón peregrino que anidaba en la Hoz de Peregrina.
Jodra.
Pero en realidad el articulo de este mes es para celebrar el decimoctavo cumpleaños del P. N. Barranco del Río Dulce y creo que lo mejor será mostrar unas pinceladas de la belleza y las joyas que tenemos en un lugar tan maravilloso.
Uno de los valores más importantes del parque radica en el proceso geológico de la formación del cañón fluvial del río Dulce que es la principal arteria del parque natural. La espectacular morfología nos permite disfrutar de distintos elementos geológicos que son un auténtico tesoro. Dentro del espacio que ocupa el parque podemos observar cañones, hoces, un meandro abandonado, cascadas, pliegues, fallas, agujas, torreones, arcos de piedra, cavidades, dolinas, cuevas y simas.
La Cabrera
Otros tesoros del P. N. Barranco del Rio Dulce son su fauna y flora. Dentro del parque existen diversos hábitats muy diferenciados entre sí, lo que nos permite disfrutar de una gran variedad de fauna y flora. Seguramente las distintas aves que habitan en el parque fueron pieza fundamental en la catalogación de este espacio como Parque Natural y que haya sido incluido dentro de la Red Natura 2000, ya que el P. N. Barranco del Rio Dulce esta catalogado como ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves) y LIC (Lugar de Interés Comunitario). Dentro la gran cantidad de aves que se pueden observar en el parque destacar Águila real, Halcón peregrino, Buitre leonado, Alimoche, Búho real, Chova piquirroja, Vencejo real, Avión roquero, Martín pescador o Mirlo acuático. Hasta completar un total de 112 especies distintas de aves que he podido observar personalmente en este espacio natural, sin contar las que únicamente están de paso y su observación es muy puntual como Avutarda, Grulla, Cormorán o Cigüeña.
Otros animales que podemos observar en el parque son murciélagos, musaraña, lirón careto, gineta, gato montés, nutria, comadreja, musgaño de Cabrera, ranita de San Antonio, sapo de espuelas, sapillo moteado, sapillo pintojo, víbora hocicuda, culebra bastarda, culebra lisa meridional, culebra de escalera, galápago leproso, trucha común, escorpión común, etc.
Pero hay un grupo de animales que suele pasar totalmente desapercibidos y son muy importantes por ser unos excelentes bioindicadores de la calidad del agua del río, entre ellos se encuentra el escarabajo de agua dulce, la gusarapa, el escorpión acuático o el zapatero de agua.
Un valor fundamental en los distintos ecosistemas del parque natural es la flora. En el Parque predominan las encinas, quejigos, rebollos, sabinas, enebros, chopos, sauces fresnos y álamos. Destacar la presencia en las laderas de umbría de la Hoz de Peregrina del bello Arce de Montpellier, sobre todo en otoño. Pero además una de las especies más singulares de las riberas del río Dulce es el tilo común, siendo el P. N. Barranco del Río Dulce donde esta especie de tilos tienen una de sus localizaciones más meridionales de la Península Ibérica.
Aragosa.
Otras de las especies emblemáticas son las sabinas, en el parque podemos localizar las sabinas negras entre los paredones escarpados y soleados del barranco junto a espinos negros, aladiernos y cornicabra. Y también se encuentra un precioso conjunto de sabinas albares, especie clasificada de Interés Especial en el Catálogo de Especies Amenazadas de Castilla-La Mancha. Asimismo, gracias las muchas huertas que existieron y existen en la vega del río nos permite también observar distintos arboles frutales destacando grandes nogales y numerosos cerezos, que en primavera con su floración añaden un valor estético al parque natural. Recalcar las plantas que han adaptado su desarrollo a los roqueros, conocidas como especies rupícolas, entre las que podemos señalar la Saxifraga moncayensis que es un endemismo del sistema Ibérico.
Pelegrina.
Otro valor significativo y trascendental del P. N. Barranco del Río Dulce es su patrimonio cultural, dentro del parque se puede disfrutar de las iglesias románicas de Estriegana, Sauca, Jodra del Pinar, Pelegrina, La Cabrera y Aragosa; las iglesias renacentistas de Torremocha del campo, Algora y Mandayona; los castillos de Pelegrina y La Torresaviñan; y los puentes del Siglo XVIII del Camino Real de Aragón y de La Cabrera.
Si a todos valores del P. N. del Barranco del Río Dulce le añadimos los cercanos castillos de Guijosa, Palazuelos y La Riba de Santiuste; la iglesia románica de Cubillas del Pinar; la iglesia gótica de Bujarrabal; las distintas salinas de la zona, destacando las salinas de Imón, la microreserva del río Salado y, por supuesto, el conjunto histórico de Sigüenza. Todo este conjunto hace sin lugar a dudas del P. N. Barranco del Río Dulce uno de los tesoros más importantes de la Península Ibérica, que tenemos la obligación de cuidar y proteger para el disfrute de las futuras generaciones.
Texto y fotos: Javier Munilla