Los traumatismos son lesiones que pueden producirse al golpear o ser golpeado nuestro organismo en caídas o accidentes de distinto origen. Es muy importante conocer que también las fuerzas de aceleración/desaceleración y ondas expansivas pueden ser el origen de traumatismos importantes en nuestro cuerpo. La gran mayoría de los traumatismos suelen ser de poca importancia: pequeños golpes, torceduras, chichones, distensiones o magulladuras. No siempre existe relación entre el dolor y la gravedad, pudiendo existir lesiones poco importantes pero muy dolorosas, y en otros casos lesiones de gran riesgo vital que pasen desapercibidos, como por ejemplo una rotura de bazo o hemorragias internas.
Los traumatismos pueden provocar distintas lesiones en el organismo que podemos identificar como:
• Contusión es todo golpe que sobre la superficie corporal no provoca una herida abierta, pero da lugar a inflamación, hematomas y dolor. En ocasiones puede provocar lesiones en órganos internos, tendones, huesos o venas y arterias.
• Esguince es la distensión de los ligamentos que estabilizan las articulaciones. En los casos más graves puede existir rotura de dichas estructuras.
• Luxación es la salida de un hueso de su posición habitual en la articulación, lo que produce gran dolor e impotencia funcional.
• Fractura es la pérdida de continuidad de un hueso. Puede ir desde una fisura leve a una fractura con varios fragmentos. También se pueden clasificar como fractura cerrada si la piel está intacta, y fractura abierta si un trozo de hueso ha quedado expuesto al exterior al atravesar la piel o por quedar expuesto a través de una herida importante.
• Las lesiones en órganos internos son los daños más peligrosos en los traumatismos ya que ponen en grave riesgo la vida del accidentado. Este tipo de lesiones son frecuentes en los accidentes de tráfico, accidentes laborales y en caídas desde gran altura.
Lo PRIMERO que debemos hacer:
1. Cuando el traumatismo es leve, como en contusiones o torceduras, aplique frío en el lugar afectado para evitar la inflamación y calmar el dolor. Envuelva el hielo en una toalla y no lo ponga nunca directamente en contacto con la piel ya que puede producirse una lesión por congelación.
• Si se ha producido un golpe fuerte en la cabeza se debe vigilar al accidentado durante 24 horas. Si aparecen vómitos, dolor fuerte, movimientos raros con los ojos, comportamiento extraño o le sale sangre o líquido por las orejas o nariz se debe acudir urgentemente al servicio de urgencias más cercano.
• Tras un golpe o contusión en el pecho deberemos observar la respiración del accidentado, acudiendo a urgencias si se produce un dolor intenso o dificultad al respirar, si expectora sangre y si está muy pálido o con los labios morados.
• Cuando se produce un golpe fuerte en el abdomen pueden lesionarse las estructuras y órganos que se encuentran en su interior: estómago, hígado, bazo, intestino, riñón, útero, vejiga y grandes venas y arterias. Deberemos trasladar al accidentado siempre que aparezcan vómitos repetidos, hinchazón o dolor fuerte en abdomen, sangre en orina o palidez de la piel.
• También son frecuentes tanto en niños como adultos golpes en el labio y/o dientes, dando lugar en muchas ocasiones a gran salida de sangre e incertidumbre sobre cómo tenemos que actuar.
- Si sangra el labio o el frenillo, comprimir durante 6-8 minutos y aplicar frío.
- Si se desprende un diente definitivo (no de leche) debe reimplantarse lo antes posible. Hay que guardarlo sumergido en suero salino, leche, agua e incluso saliva para que el dentista pueda reimplantarlo. Nunca deben lavarse, secarse ni frotarse. El tiempo óptimo sería antes de 30 minutos. Los dientes de leche no se reimplantan pero tras un traumatismo dental se debe visitar al dentista.
2. Cuando sospechemos que se haya producido una fractura o luxación, pediremos a la persona que intente mover la zona lesionada y nunca la moveremos nosotros. Si no puede, no debemos forzarla. Este tipo de lesiones pueden producir tanto dolor como para que el accidentado pierda el conocimiento, por lo que deberemos estar atentos a si respira adecuadamente y si presenta o no palidez de piel y labios.
La inmovilización es el mejor método para evitar el dolor, lo cual deberemos realizar sin manipular o mover la zona afectada, buscando la posición que más cómoda resulte al accidentado. Para inmovilizar brazos y manos podemos utilizar revistas, periódicos, pañuelos, bufandas e incluso la ropa del accidentado. En caso de tener que inmovilizar una pierna podemos utilizar un bastón, una tabla o unirla a la pierna sana, y de esta manera asegurar el confort del paciente.
3. Ante la sospecha de traumatismos craneales o de columna vertebral, debemos estar atentos a la aparición de síntomas como mareo importante, dolor de cuello o espalda, hormigueo o dificultad para mover las extremidades. Ante la mínima sospecha pediremos ayuda a Emergencias (112). Mientras recibimos ayuda le dejaremos en reposo, manteniendo su cuello y columna como si fuera una tabla rígida.
Lo que NUNCA debemos hacer:
• Dar de beber o comer por si fuera preciso la intervención quirúrgica.
• Movilizar al paciente para explorarle si ello le causa dolor.
• Dejar el miembro afectado más bajo, ya que ello producirá mayor inflamación. Lo mantendremos elevado ligeramente.
• Movilizar fracturas o luxaciones. Esperaremos la llegada de los Servicios de Emergencias.
• Permitir que se levante o camine si el trauma ha sido de gran impacto. Deberemos indicarle que se quede en reposo.
• Permitir que mueva el cuello si sospechamos un traumatismo craneal o de columna.
“Con los traumatismos, siempre alerta”
Próximo mes: cuerpos extraños