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Las mordeduras y los arañazos producen lesiones y heridas que pueden ser muy variables en profundidad y gravedad. Pueden estar provocadas por animales domésticos, por animales salvajes y también, en ocasiones, el animal mordedor puede ser un ser humano.

El riesgo de infección posterior a las mordeduras y arañazos puede ser muy diferente según la especie de animal, tipo de mandíbula, forma de sus dientes y la flora bacteriana que lleve en sus encías o en sus garras.

Las lesiones que se producen pueden ser más o menos aparatosas, entre las que podemos encontrar:

• Magulladuras. Aunque puede existir daño importante por la presión de la mandíbula, no hay perforación de la piel y por lo tanto no hay riesgo de infección.
• Arañazos. Afectan levemente a la piel y son poco profundos.
• Cortes. Son más profundos que los arañazos y afectan a la totalidad de la piel, por lo que el daño y el riesgo de infección es mayor.
• Heridas punzantes. Aparentemente son pequeñas, pero pueden penetrar un centímetro o más, afectando a estructuras internas por lo que pueden conllevar un alto riesgo de  infección.
• Heridas con desgarros. Cuando los dientes del animal penetran en los tejidos y sacuden con fuerza de un lado a otro, producen graves heridas y desgarros en la piel, los músculos, los vasos sanguíneos, los tendones, etc.
• Fracturas. Los animales como los caballos, los cerdos, las vacas y las ovejas, tienen mandíbulas muy fuertes y pueden causar lesiones en huesos y tendones
Las mordeduras y los arañazos pueden trasmitir distintos tipos de infecciones y enfermedades como tétanos o la rabia.
• Algunas razas de perro, como pitbull, dóberman o rottweiler etc., pueden dar lugar a mordeduras muy graves, debido fundamentalmente a las características y fuerza de sus mandíbulas, y no tanto a su fama de perros violentos. En general, los perros tienen en su boca y encías una gran cantidad de microorganismos por lo que siempre el riesgo de infección es muy importante.
• Los gatos tienen largos incisivos delgados y casi siempre causan heridas punzantes. Estas pueden parecer menores en la superficie de la piel; sin embargo, pueden penetrar profundamente afectando el hueso, las articulaciones y los tendones, un hecho que puede ser pasado por alto por la apariencia leve que presentan en el exterior, complicándose posteriormente al aparecer infección en estas estructuras internas. La “enfermedad por arañazo de gato” es trasmitida por gatos que parecen sanos pero están infectados por la bacteria Bartonella henselae. Aparece a la semana de haber sido arañado y en ocasiones después de mes y medio.
• Las ratas transmiten muchas enfermedades infecciosas al humano, por eso, una vez que se ha realizado la primera limpieza de urgencia de la herida, hay que acudir al médico lo antes posible. La “la fiebre por mordedura de rata” es una infección causada por una bacteria que se encuentra en la nasofaringe de estos roedores, sobre todo de las silvestres. Las ratas domésticas tienen menos posibilidades de transmitir estas infecciones pero, aun así, hay que acudir al médico para que valore la situación de forma adecuada. Además, la herida se debe vigilar de cerca durante la semana siguiente y acudir al médico de nuevo ante cualquier síntoma de infección, especialmente fiebre, ya que la infección puede tardar en desarrollarse.
• Las mordeduras humanas pueden provocar más complicaciones e infección que la mordedura de animales. Son las menos frecuentes de todas, pero pueden transmitir la hepatitis B y la C, si el mordedor está infectado. La transmisión del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) es rara, pero puede ocurrir sobre todo en el contexto de saliva con restos de sangre de individuos con una enfermedad (SIDA) muy avanzada. Toda lesión por mordedura humana debe ser correctamente vigilada por el riesgo de celulitis y gangrena, especialmente si se localiza en los dedos.
• Todas las mordeduras y arañazos que perforan la piel tienen la posibilidad de transmitir el tétanos ya que la bacteria Clostridium tetani puede encontrarse en los dientes o uñas del animal. También se podría transmitir la rabia a través de la saliva si el animal está infectado.  En la actualidad España está libre de rabia, pero siempre que sea posible conviene capturar el animal para que pueda ser puesto en cuarentena y observado por un veterinario.

Lo PRIMERO que debemos hacer:

1. Si el animal mordedor todavía está presente, guardar la calma e intentar separarle de la persona agredida.
2. Calmar a la persona agredida y ofrecerle nuestra ayuda ya que suelen estar muy nerviosa.
3. Si existe hemorragia importante hay que intentar controlarla comprimiendo con toallas limpias o material que tengamos a nuestro alcance.
4. La herida debe ser lavada de forma suave con abundante agua y jabón durante al menos cinco minutos, y después cubierta con material limpio. Se puede aplicar un antiséptico tipo yodado si no existe ninguna contraindicación.
5. Si es posible retirar anillos y otros elementos constrictivos si las lesiones se encuentran en las manos.
6. Mantener la herida elevada por encima de su corazón para prevenir la hinchazón posterior.
7. Traslado a un centro sanitario donde se valore la necesidad  de explorar a fondo la herida.

Lo que NUNCA debemos hacer:

• Pegar o agredir al animal. En ocasiones el pobre no tenía intención de agredirnos, simplemente respondió ante lo que creyó que era una amenaza. Es posible  que con nuestra violencia le generemos una situación de estrés y el animal ataque de nuevo. Hay que guardar la calma.
• Matar al animal. Tras una agresión a una persona el animal debe ser sometido a una cuarentena veterinaria de 10 días para comprobar la ausencia de rabia.
• Lavar las heridas con alcohol. Sólo causará dolor y puede dañar los tejidos lesionados.
• No acudir a un centro sanitario para evitar conflictos legales con el dueño. Tras una mordedura de animal, siempre hay que acudir a un centro sanitario antes de las 8 horas desde la lesión, independientemente de la gravedad de la herida. El personal sanitario emite un parte de lesiones al Juzgado y un comunicado al distrito veterinario para control del animal. La posible denuncia la debe realizar la persona que ha sufrido las lesiones si lo considera oportuno.
“Lo primero, agua y jabón”

Ediciones de La Plazuela - El Afilador

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