Navidades. Fiestas. Papá Noel. Los Reyes Magos. Regalos…
Supongamos dos regalos. Uno para un niño y el otro para una niña. Supongamos que uno de los regalos es un par de botas de futbol Mercurial Superfly VII de la colección “Dream Speed” para Cristiano Ronaldo y que el otro es una muñeca Barbie Dreamtopia con el pelo rosa brillante y corona celeste a juego con el corpiño decorado con estrellas y con falda rosa con estampado de arcoíris.
Si tuvierais que jugaros 100 € a que adivináis para quien es cada regalo ¿para quién diríais que son las botas de futbol? ¿y para quién diríais que es la muñeca?
En cualquier debate que trate alguna cuestión relacionada con la igualdad de género una de las conclusiones claras es que el logro de una sociedad feminista, es decir, justa e igualitaria, pasa por la educación. Sin embargo parece que tenemos una seria cuenta pendiente con las niñas y niños de nuestra sociedad. ¿Por qué es tan grave regalarle una muñeca a un niño? ¿Por qué es tan grave regalarle unas botas de futbol a una niña?
Recordemos que niñas y niños son pura creatividad y su mente es mucho más limpia que la nuestra en cuanto a prejuicios y estereotipos. Una niña o un niño al que se le regale unas botas de futbol y se le deje jugar libre puede que se las ponga y se vaya corriendo a darle patadas a un balón, o puede que las utilice para hacer agujeros en la tierra y esconder tesoros y jugar a los/as piratas, o puede que haga carreras entre cada una de las botas como si fueran coches… También puede que juegue a hacerle peinados a la muñeca, o lo mismo la muñeca es una extraterrestre, o puede que, por su forma alargada, sea ideal para batir el agua de los charcos y jugar con el barro…
Pocas veces se consentiría a una niña o a un niño que utilizara las botas de futbol de Cristiano Ronaldo para hacer agujeros en la tierra ¡Con lo caras que son! ¡Se van a estropear! Pocas veces se consentiría a un niño o a una niña que utilizara una Barbie Dreamtopia para remover el agua de los charcos y hacer barro. ¡Con lo cara que es! ¡Se va a estropear!
Quizás habría que plantearse la posibilidad de que, por no estropear los juguetes, acabemos “estropeando” a los niños y las niñas.
Vamos acercándonos al problema. Los juguetes en sí no son ni buenos, ni malos; ni de niñas, ni de niños. El conflicto está en toda la carga cultural que se transmite con los juguetes. Un determinado juguete lleva todo un universo de connotaciones, de usos, de referencias, de estereotipos, de prejuicios con los que la niña o el niño que reciba el juguete va a cargar. Además, el juego es una de las fuentes principales de aprendizaje, de socialización y transmisión de valores, y de desarrollo físico y afectivo de las personas.
En todo esto las niñas y niños son inocentes, pero las personas adultas, no. Las niñas y los niños no deciden que el color rosa es de niñas y el azul es de niños, lo decidimos las personas adultas y se lo inculcamos. Las niñas y los niños no deciden que el futbol es un deporte de chicos y la gimnasia rítmica es un deporte de chicas, lo decidimos las personas adultas y se lo inculcamos.
De esta manera reproducimos y mantenemos los clásicos y machistas estereotipos de género y reducimos el abanico de posibilidades y expectativas de niños y niñas reduciendo sus opciones de desarrollo futuro.
Según el informe El futuro del trabajo del Consejo Económico y Social de España (CES), aunque la tasa de mujeres y hombres que finalizan sus estudios universitarios mejora, “persiste una importante segregación en la elección de las carreras, de modo que las mujeres representan todavía solo uno de cada cuatro nuevos estudiantes en ingeniería, manufactura y construcción, si bien son casi tres de cada cuatro nuevos estudiantes en los campos de salud y bienestar”.
Hagamos otra apuesta: ¿Cuántas de las tres mujeres de cada cuatro estudiantes en los campos de la salud y bienestar creéis que jugaban de pequeñas a cuidar y curar a sus muñecos? ¿Cuántas de la mujer por cada cuatro estudiantes de carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) creéis que jugaban con juegos tipo LEGO?
¿Y hay algún problema en que las mujeres se dediquen a la salud y el bienestar? Son profesiones dignísimas y preciosas ¿no?. El informe El futuro del trabajo también dice: “La persistencia de segregación precisamente en algunas de las disciplinas que mayor demanda van a tener en el futuro, podría dar lugar a nuevas desigualdades de género.” Son profesiones dignísimas y preciosas pero, lo mismo, puede que tu hija en el futuro no tenga trabajo o tenga un trabajo precario.
En la presentación de su último libro “Jugar al aire libre” en la librería Rayuela, Katia Hueso comentaba que uno de los mejores juegos que hay es un charco (agua retenida en un hoyo de tierra) por sus innumerables posibilidades de juego y aprendizaje. ¡Y vale tanto para niños como para niñas, oiga!
Ahí lo dejo ;)