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Los chinos son muchísimos (1.339.724.852 según wikipedia), tantos que se han hecho muchas analogías para entender cuántos son. Veamos un par de estas figuras.
Si pusiéramos a todos los chinos de un lado de una puerta y fueran pasando andando de uno en uno, nunca dejarían de pasar.
Esta afirmación se basa en que la velocidad a la que pasarían por la puerta es menor a la velocidad a la que nacerían nuevos chinos entre los que no hubieran pasado todavía, por lo que cada vez quedarían más por pasar.
No debemos aceptar estas cosas sin más ni más, sino comprobarlas por nosotros mismos:

Supongamos que por la puerta pasaran dos personas por segundo, como un año tiene 60 x 60 x 24 x 365 = 31.536.000 segundos, en un año pasarían unos 63 millones de chinos.
¿Cuántos chinos habrían nacido en ese tiempo? Según wikipedia, la tasa de natalidad de la República Popular China es de 12,29 nacimientos por cada 1000 personas. Por tanto, en un año habrían nacido 1.400.000.000 x 12,29 / 1000 = 17.206.000 niños chinos, que no compensarían la pérdida de los 63 millones en el mismo tiempo.

En resumen, se trata de una falsa creencia del tipo Anumerismo (falta de cultura básica matemática, igual que analfabetismo es no saber leer). Si estas interesado en este tipo de pensamiento, te recomiendo “El hombre anumérico”, de John Allen Paulos, de Tusquets editores.

Si todos los chinos saltaran a la vez, sacarían a la tierra de su órbita.
Aquí no hace falta ningún número (1.400 millones x 75 kg…), porque se trata de un imposible.
La trayectoria del centro de masas de un cuerpo sometido a fuerzas externas es equivalente a la de un punto en el que se concentrara toda su masa y al que se le aplicara la suma de las fuerzas externas en cuestión.
De otro modo, la trayectoria del centro de masas de un cuerpo al que no se le aplica ninguna fuerza externa no sufre ninguna variación. Pero todos los chinos que hay sobre la Tierra pertenecen a la misma, por tanto, si todos los chinos decidieran a la vez saltar, empujar, partear o cualquier otra cosa que se les ocurriera, solo harían fuerzas internas a la propia Tierra, lo que no podría cambiar su trayectoria.
Es decir, se trata de otra falsa creencia, en este caso del tipo Ignorancia Científica de conocimientos básicos de física.

Ediciones de La Plazuela - El Afilador

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