Con este artículo inauguramos una serie de falsas creencias sobre la visión en color de los humanos y los animales. Vamos allá.
El ultravioleta no es visible para la visión humana. Esto es consecuencia de que los humanos solo vemos desde la longitud de onda del rojo hasta la del violeta.
La visión humana se basa en dos tipos de células que se encuentran en la retina, los conos y los bastones. De los primeros tenemos tres tipos, según la longitud de onda a la que son sensibles, roja, verde o azul. Los bastones son sensibles a la intensidad y a sus cambios, por lo que sirven para detectar el movimiento.
Hasta aquí todo conocido, pero ¿qué pasa con el ultravioleta? Siempre se nos ha dicho que, como no tenemos una célula del tipo cono para ver este color, pues no lo vemos. ¿Es esto verdad?
El ultravioleta es una onda electromagnética (como llaman los físicos a toda la luz, visible o no) que va desde la longitud de onda del violeta, 400 nm (nanómetros = mil millonésima parte de un metro), hasta los 15 nm. La parte contigua al violeta se llama ultravioleta cercano (entre 400 y 200 nm); y se divide en Onda Larga o UVA, Onda Media o UVB y Onda Corta o UVC. Todavía más lejos están el ultravioleta lejano y el ultravioleta extremo.
Cuando un objeto emite luz en la parte más próxima del ultravioleta cercano, muy cerca del violeta, lo vemos con más luminosidad que otro objeto que sea del mismo color (rojo, verde o azul), pero “normal”. Nuestro cerebro no le asigna color, ya que no tenemos un cono sensible a esa longitud de onda, y lo vemos con más brillo. Decimos que es de un color fosforescente, ¡vamos! lo que llamamos “fosforito”.
Los marcadores amarillos que usamos para resaltar las frases de un libro, los chalecos reflectantes que nos ponemos en la carretera, las luces de xenón de los coches, las bombillas de luz negra de las discotecas, las camisetas tan de moda este verano… los vemos de un amarillo, naranja, verde, etc. resplandeciente, porque reflejan o emiten en el ultravioleta.
Por cierto, una fuente de luz ultravioleta son esos focos que están tan de moda en decoración de interiores. Nos pasamos el verano poniéndonos cremas protectoras contra la radiación ultravioleta cuando paseamos por La Pinarilla y luego, nos duchamos bajo luz ultravioleta ¿qué sentido tiene?
En resumen, nuestros ojos ven rojo, verde, azul y una pequeña parte del ultravioleta, el muy, muy cercano; sin embargo, las tres primeras longitudes de onda las interpretamos como un color y la última solo como un brillo.
Esto demuestra que color y longitud de onda no son lo mismo. La longitud de onda es una característica física de la luz, el color es una característica fisiológica de nuestra visión. Las cosas no son de colores, sino que las vemos de colores, según los conos que tengamos. En este sentido el color es una ilusión óptica, no una realidad física.