Los objetivos docentes del Aula de Salud de Sigüenza Universitaria han sido difundir conocimiento, enseñar entreteniendo, fomentar los hábitos de vida saludables y promover acciones comunitarias que mejoren el cuidado de la salud
La salud en positivo
Existe dos conceptos que se van abriendo camino en el ámbito de la salud comunitaria; se trata de la salutogénesis (Antonovsky, 1987) y de la salud positiva (Scales, 1999). Ambos ponen el énfasis en el origen de la salud y no en el origen de la enfermedad (patogénesis).
El enfoque de la salud pública orientado a la prevención de la enfermedad está dando un cambio hacia la salud pública positiva. La tendencia tradicional, centrada en la protección, la prevención y el énfasis en la reducción de los factores de riesgo o generación de barreras para la enfermedad, se está reorientando hacia una forma de ver las acciones en salud focalizándose en lo biosicosocial y en aquello que hace que las personas, las familias y las comunidades aumenten el control sobre su salud y la mejoren.
Estos planteamientos, muy bien expuestos por Hernán M, Morgan A, Mena AL. (Formación en salutogénesis y activos en salud. Granada: EASP; 2010), han sido nuestro punto de partida y el apoyo para aglutinar los contenidos de esta edición del Aula de Salud en los cursos de Sigüenza Universitaria de 2017.
Hemos tratado de mirar a la salud en positivo, de pensar que siempre, incluso teniendo ya limitaciones y enfermedades, podemos mejorar alguna dimensión física, psíquica y social de nuestra salud; de buscar, identificar y procurar alguna mejora que proporcione un alivio y nos permita alcanzar cierto grado de bienestar, incrementarlo y procurar acercarnos a momentos de cuanto más, mejor. Conviene recordar que unas personas evolucionan de modo diferente a otras, mostrando una buena adaptación a la vida a pesar de haber estado expuestas a adversidades. La autoestima, el optimismo, el apoyo familiar y las redes sociales protegen a las personas de los efectos negativos de las situaciones adversas (Luthar & Zigler 1991).
Miguel Carrasco y Herminia Valladares.
Aportar salud en la enfermedad avanzada: cuidados paliativos
Se puede procurar salud en todos los momentos de la vida y hemos querido hacer presente este mensaje en nuestras conferencias. Para la primera le pedimos a la Dra. Herminia Valladares Álvarez, coordinadora de Cuidados Paliativos de la provincia de Guadalajara, que asumiera el reto de argumentar a favor de que sí es posible “aportar salud en la enfermedad avanzada”.
En su presentación se pusieron de relieve tres de las actitudes, adoptadas en la atención sanitaria, frente a la enfermedad: CURAR, CUIDAR Y PALIAR.
Curar como sinónimo de recuperación de la salud; la atención sanitaria tiene como principal objetivo la curación; no obstante, es evidente que la evolución de muchas enfermedades es hacia la cronificación y la aparición de secuelas; esta realidad nos plantea la necesidad de una asistencia basada en el cuidar, en la obligación de proporcionar los cuidados durante toda la vida. Según progresa la enfermedad y llegamos a su fase terminal los problemas y los síntomas aumentan, son más intensos y complejos, multifactoriales, cambiantes y de gran impacto emocional en el enfermo, la familia y el equipo sanitario; es cuando cuidar añade un complemento muy importante, el de paliar, es decir mitigar, suavizar, atenuar para mejorar la calidad de vida del paciente, procurando una intervención global sobre el enfermo y la familia; un control sintomático (dolor u otro), integrando los aspectos espirituales y psicológicos del cuidado del paciente y la familia, aplicando en cada momento el tratamiento oportuno sin prolongar ni acortar la vida, facilitando un entorno apacible y atendido por la gente que lo quiere.
La Dra. Valladares insistió en la posibilidad de aportar salud en la enfermedad avanzada, presentando los cuidados paliativos como un conjunto coordinado de intervenciones, con un enfoque global, para promover la calidad de vida de pacientes y familia con el fin de afrontar todos los problemas asociados a una enfermedad avanzada mediante la prevención y alivio del sufrimiento, físico, emocional, espiritual. Pudiéndose caracterizar como el cuidado humanizado e integral de la medicina y la enfermería en el que se involucra la familia y la comunidad próxima a ella.
Intervención de María Sandín.
El derecho a la protección de la salud
Aportar salud en todos los momentos de la vida, debe partir de la consideración de la atención y la protección de la misma como un derecho de la ciudadanía y como una obligación de la Administración pública.
Nuestro Sistema Sanitario se ha caracterizado por garantizar una accesibilidad universal y equitativa, proporcionar una atención de calidad y estar financiado de forma solidaria, mediante impuestos, en principio, socialmente progresivos. Estos asuntos, básicos y de gran trascendencia, en estos tiempos de recortes presupuestarios en los servicios públicos y sociales (ver RDL 16/2012, también denominado críticamente como de (exclusión sanitariae <https://www.reder162012.org/> y su desarrollo por el RD 1192/2013) han sido tratados con detalle por el profesor Ángel Asúnsolo de la Universidad de Alcalá de Henares y la profesora Claire Horton de la Universidad de California.
Fueron dos interesantes aportaciones, presentando la evolución y la situación actual del modelo sanitario español, en comparación y contraste con el de EE.UU., muy diferente a los modelos europeos. Su sistema sanitario, aún siendo el doble de costoso que el español, es menos cuidadoso con estos derechos y está basado en la contratación individual, familiar o laboral de seguros privados que dificultan la asistencia sanitaria como un derecho de carácter universal para la población estadounidense y dejan fuera de protección a millones de personas. El programa Patient Protection and Affordable Care Act, 2010, conocido como Obamacare vino a paliar estas deficiencias pero los avances conseguidos se ven en peligro por la reacción en contra del partido republicano, ahora en el gobierno.
El objetivo de la promoción de la salud es político ya que se trata de generar, y velar por que se cumplan, condiciones y entornos favorables para que las personas puedan tomar opciones saludables y ser ellas mismas las que puedan actuar sobre los determinantes que influyen en su salud (OMS. Carta de Ottawa de Promoción de la Salud. 1986). Obviamente, estos determinantes tienen relación con las conductas individuales pero sobre todo con las condiciones de vida. En consecuencia promover y fomentar la salud está unido a la mejora de las condiciones de vida cotidianas, luchar contra la distribución desigual del poder, de las desigualdades sociales y económicas y de recursos y la medición para la intervención, mediante el análisis de los problemas (OMS. Determinantes Sociales de la Salud.2008)
Aportar salud es promover la salud, llevarla a niveles más altos, a conseguir mejores indicadores de nuestro estado físico, psíquico y social de bienestar. Hemos de tener en cuenta que apostar por mejorar la salud requiere dos condiciones: una individual y otra comunitaria.
No es suficiente con un “querer personal”, cargado de buenas intenciones, es necesario que el entorno, los componentes sociales, económicos, culturales, biológicos, sanitarios, de convivencia, etc. sean favorables para conseguir estos objetivos. Las profesoras, también de la Universidad de Alcalá, Francisca Sureda y María Sandin profundizaron en el enfoque comunitario de la promoción, de los hábitos y de las prácticas saludables y en concreto de la influencia del tabaco y del alcohol como causa de enfermedades y de la prevención y reglamentación, tan debatida, de su consumo.
La nutrición, la alimentación y la dieta se convierten en un tema demasiado frecuente en los medios de comunicación y los mensajes promocionales de determinados alimentos, de su modo de elaborarlos y consumirlos. Qué duda cabe que son factores de mucha influencia en nuestra salud, estando presentes en los cuidados de sanos y enfermos. En esta edición del Aula de Salud nos centramos en las VITAMINAS. El Dr. Arturo Lisbona, Jefe de Servicio de Endocrinología del Hospital Gómez Ulla, desgranó su información y análisis al comentar los mitos y realidades sobre el aporte vitamínico al organismo humano. Con realismo y evidencia científica se criticaron tópicos y se analizó la desinformación interesada” que, a veces, se difunde sobre las vitaminas y sus beneficios para la salud.
Sesión práctica del grupo PAFS de Toledo (promoción de la actividad física y la salud),
Un activo para la salud en Sigüenza
Al principio comentábamos que la salud pública positiva está basada en los activos para la salud (Figura 3). Estos son definidos como cualquier factor o recurso que potencie la capacidad de los individuos, de las comunidades y poblaciones para mantener su salud y el bienestar (Morgan A. & Ziglio E., 2007; Morgan A., Davis M. & Ziglio E., 2010).
Siguiendo la lógica de hacer fáciles y accesibles las opciones sanas, orientadas al bienestar, al crecimiento y envejecimiento saludable, hemos de destacar que en el entorno de Sigüenza tenemos, como activo para la salud, la posibilidad de disfrutar de la naturaleza y ejercitar una de las practicas que más a salud aporta en todos los momentos de la vida, nos referimos la ACTIVIDAD FÍSICA.
El grupo PAFS (Fomento de la Actividad Física Saludable) de la Universidad de Castilla la Mancha, dirigido por la Dra. Susana Aznar, dedicó dos sesiones a presentar sus proyectos e ideas, con la finalidad de convertir el resultado de sus investigaciones en acciones concretas de utilidad para el fomento de la salud, tanto desde enfoques individuales como comunitarios. Presentaron la filosofía de PAFS, basada en la promoción de la actividad física integrada en los hábitos de vida de la comunidad. La actividad física ayuda a tomar conciencia del propio cuerpo y contribuye a mejorar nuestra salud. A veces, la sociedad asume el descanso como tiempo sedentario y no debería se así. Practicar ejercicio físico o salir a dar un paseo puede ser un descanso ideal de la rutina laboral.
Promover la actividad física saludable e incorporarla en nuestros hábitos de vida requiere que se tengan en cuenta las circunstancias de cada persona y del entorno en el que se vive. Hemos de contar con la recomendación de los profesionales sanitarios para buscar el programa de actividad física más adecuado a los estados de salud individuales, condiciones físicas iniciales y la evidencia científica de la recomendación.
Las presentaciones estuvieron complementadas con unas prácticas muy útiles para las personas que asistieron a las clases.
Alumnos y Paco Bolúmar (de pie) durante la intervención de Ángel Asunsolo.
La herencia genética y la salud
En la última sesión hemos querido destacar la importancia de la investigación en biomedicina, en el diagnostico y el tratamiento de las enfermedades. Lo hemos hecho, una vez más, con la colaboración del Dr. Julio Montoya, investigador del Departamento de Bioquímica, Biología Molecular y Celular de la Universidad de Zaragoza.
Nuestra condición biológica, en concreto la que está ligada a la herencia y vehiculizada por la genética, en este caso se ha analizado la mitocondrial, es uno de los factores determinantes de nuestra salud y la aparición de enfermedades. El progreso de la investigación en biología, bioquímica molecular y otras ciencias básicas para la medicina, han proporcionado conocimiento, información y remedios cada vez más potentes y presentes en los procedimientos diagnósticos y terapéuticos actuales. En la conferencia, el Dr. Montoya presentó los resultados de su trabajo sobre enfermedades que afectan gravemente a personas y que, por su baja incidencia/prevalencia se consideran “enfermedades raras”. La investigación y la divulgación del conocimiento las hacen cada vez más presentes y conciencian de la necesidad de invertir y atender a las personas que reivindican el derecho a la protección de la salud y a la terapéutica; a menudo, en contra de intereses que prefieren ignorarlas por ser problemas minoritarios y por la falta de la rentabilidad prevista para la inversión económica de los proyectos de investigación en este campo. Las bases científicas que explican este problema, las alternativas presentadas por los colectivos de investigadores han sido comentadas y debatidas en esta parte del curso.
Por último, decir que hemos procurado cumplir con los principales objetivos docentes planteados en el Aula de Salud: difundir el conocimiento, enseñar entreteniendo, fomentar los hábitos de vida saludables y promover acciones comunitarias que mejoren el cuidado de la salud, teniendo en cuenta, como decíamos en el curso anterior, que la salud es una cuestión que atañe a todos los órdenes de la vida en comunidad y en especial al medio ambiente bilógico, social y económico.
No podemos dejar de agradecer la presencia de las personas de todas las edades que han asistido a las clases impartidas y la colaboración que, en esta edición del Aula de Salud, han prestado la Asociación de Amas de Casa de Sigüenza, la Asociación de Sigüenza de Lucha Contra el Cáncer y el Centro de Acogida de Refugiados (ACCEM) que siempre se hace presente en estos cursos. Deseamos que en la próxima edición podamos seguir contando con su colaboración, la de los patrocinadores de Sigüenza Universitaria y, lo más importante, con la participación de alumnas/os y profesoras/es. Para nosotros ha sido muy positivo y gratificante coordinar, un año más, este proyecto.
Miguel Carrasco Asenjo y Carlos Domingo Carrasco
(Directores del Aula de Salud. Sigüenza Universitaria 2017)