Hace ahora cinco años a alguien con un corazón grande se le ocurrió la genial idea de comenzar la insólita búsqueda de unas compañeras de colegio de las que hacía 40 años no tenía ninguna referencia. En los tiempos que corren seguramente, y gracias a las redes sociales, no parecía que fuera tan difícil, pero la tarea se presentó ardua y, aun así, sucedió.
Aquella generación de jóvenes que tantos años atrás se despidió, posiblemente para siempre, y dijo adiós al Colegio de San José de Sigüenza, volvía a salir a la palestra, esta vez para surcar sin aún saberlo, los lares de un reencuentro insospechado del que nadie podía imaginar la expectación y el desasosiego que provocaría en la vida de aquellas adolescentes, ahora convertidas, porqué no decirlo, en grandes mujeres de pro. Y pasó.
Después de una intensa búsqueda y una minuciosa organización, en septiembre de 2014 llegó el día del requerido encuentro y entre júbilo y algarabía la emoción se derrochó por doquier. Fueron momentos de mucha intensidad donde cada una tenía una historia que contar, pero la agitación del momento no permitía que las palabras de deslizasen con facilidad así que hubo que poner orden y las organizadoras de tal evento, Inma y Rosalía, tentaron a la tranquilidad para que una por una presentara un breve resumen de su propia vida. Verdaderamente conmovedor.
Hoy, después de estos años, el grupo de WhatsApp que se formó entonces está más vivo que nunca, tan vivo que a veces parece que arde. Nadie hubiera apostado porque aquella quedada hubiera llegado más lejos de lo que se pretendía, pero el tesón y la fuerza de la mayoría lo ha hecho posible. Tan pronto organizamos un “san jueves” como una excursión a Valencia; sorprendimos a Sor Ángeles (monja del colegio San José que muchos seguntinos recordarán) en Ciudad Real; localizamos a Sor Feliciana, Sor Rosalía… don Salustiano (que falleció poco después), don Francisco Vaquerizo… y nuestra querida Marisol, la cocinera del colegio, que esta semana va a cumplir 89 años y aún no sabe que le hemos preparado una fiesta sorpresa. Hacemos excursiones por los distintos pueblos de nuestra comarca, la última al pueblo de Huérmeces del Cerro.
Las más valientes llevan tres años haciendo el camino de Santiago, y otras, las más perezosas, nos conformamos con los pequeños homenajes que nos damos cuando quedamos para cenar. En todo este tiempo han pasado muchas cosas en nuestras vidas, hemos perdido algunos seres muy queridos para nosotras, pero también han venido al mundo unos cuantos pequeñajos que nos han hecho abuelas a todas. Las tristezas y las alegrías como la vida misma, pero siempre arrimando el hombro allí donde hace falta, con el cariño que nos caracteriza, pendientes de las que sufren y felicitando a las cumpleañeras. Aprendiendo que cada momento de la vida es algo que no te puedes perder, que cada arruga de nuestro rostro no sólo marca el paso del tiempo, que también la experiencia cuenta, que el camino es largo, pero merece la pena seguir, que el tropezón es menos doloroso si vas de la mano, que subirse al carro de la vida es lo más grande que puedes hacer, y que juntas… juntas somos más fuertes.
Felicidades Josefinas… lo hemos hecho posible. Sigamos otros cinco años más. Nos lo merecemos.
Paloma Mínguez de Alarcón
Foto: Última quedada en el albergue de Huérmeces, con nuestros chicos
