“Tengo entendido que ya la tiene muy vista.” ¿Qué tienen estas estructuras en común? Se trata de verbos compuestos que no utilizan como auxiliar los habituales “haber”, “ser” y “estar”, sino el verbo “tener”, un viejo conocido que se utiliza con mucha frecuencia junto con la conjunción “que” para expresar obligación: “Tienes que ir”. Sin embargo, este otro uso sin conjunción es más infrecuente, y parece limitarse a un cierto número de casos aislados. Lo vemos más habitualmente en el castellano que se habla en Galicia, y siempre he sospechado que esa mayor frecuencia de uso se debía a la cercanía entre el gallego y el portugués. Pero si queremos desenmarañar el galimatías, tendremos que ir por partes:
La construcción tener + participio, a diferencia del habitual haber + participio (que siempre se queda en masculino singular: “Ella ha visto la pintura”), debe concordar con el complemento directo: “La tiene muy vista”. Además, a menudo añade un cierto matiz de reiteración o insistencia: “Te lo tengo dicho”. Es decir, que lo que tenemos aquí es una rara avis, una especie de verbo semiauxiliar o modal que añade, aunque no siempre, un cierto contenido léxico al verbo principal, pero mucho más sutil que otros verbos como “deber” (obligación: “debe irse”) o “saber” (habilidad: “sabe nadar”).
El uso de tener como verbo auxiliar (“ministral”, decían en el siglo XVII, porque “administra” al verbo principal) queda bastante claro; el verdadero interés está en el origen de este uso. No podemos evitar fijarnos en las lenguas vecinas: en francés, “haber” y “tener” son un mismo verbo, avoir. En inglés se podría decir que también, ya que el verbo to have significa “tener”, pero actúa como auxiliar en tiempos compuestos, perdiendo entonces todo contenido léxico: I have walked. Por otro lado, para el uso de “haber” como verbo léxico, en inglés se utiliza el to be (que también funciona como auxiliar con otros tiempos distintos: He is walking), no el to have (“Hay un lugar” sería There is a place, y no *There has a place).Se trata sin duda de un caso curioso en el que el uso del verbo “haber” se divide y se fusiona con dos verbos distintos. En portugués, los verbos auxiliares son principalmente dos, el ser y el ter (“tener”), ya que haver se utiliza cada vez menos en verbos compuestos (sigue estando presente en solitario, por ejemplo en Há 500 pessoas aqui o en Há 20 anos que não passo por lá).
Una vez más, como tantas veces ha ocurrido, el portugués y el castellano parten de una raíz común y toman caminos distintos: el castellano favorece el uso de “haber”, y deja el “tener” prácticamente como un vestigio, con una connotación específica; el portugués, por el contrario, va abandonando progresivamente el “haber”, relegándolo a unos cuantos usos que casi se podrían dar por fosilizados, y abraza el “tener” como auxiliar principal. Es un rasgo que a su vez se traspasa al gallego (una lengua más dada a los tiempos simples que a los compuestos). Por eso, al hablar en castellano y verse obligado a conjugar tiempos compuestos, no es infrecuente que un gallego recurra más al “tener” como auxiliar, un verbo que se le hace más natural al paladar. Esto de los idiomas es para volverse loco, os lo tengo dicho.