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La artesanía y la Arquitectura Negra estrechan sus lazos en Campillo de Ranas. Algo que se conseguirá gracias las nuevas placas que lucirá la localidad y cuyo diseño correrá a cargo del artesano Jorge Palero, el único tallista de pizarra que existe en la provincia. Palero ha alcanzado un acuerdo con el Ayuntamiento del municipio, por el que realizará todas las láminas pétreas que nombrarán las calles del pueblo.

Se trata de una labor que Palero realizará gratuitamente, como  “demostración del afecto que tengo hacia el territorio cuyo material definitorio se ha convertido en mi medio de vida y pasión”. En este sentido, anima al resto de los «Pueblos negros» a que “sigan los pasos de Campillo y decidan homenajear con la rotulación de sus callejeros a esa misma roca con la que se construyeron las casas que los trazaron”.
La labor de Jorge Palero (ladillo)

Este profesional presume de ser un artesano como los de antes, es decir, de “los de martillo, cincel, punzón y lima, sin intervención alguna de de ayuda mecánica”. Entre sus trabajos se encuentran, por ejemplo, la realización –durante los dos últimos años– de los trofeos “Serranos del Año”, que se otorgan en el Día de la Sierra.

La filosofía de Palero pasa por “poner en valor la pizarra, y demostrar que su uso puede y merece extenderse mucho más allá que como mero material de construcción”. Con esta forma de pensar ha visitado varias de las ferias artesanas de la provincia, como las de Atienza, Tamajón, Hita o Sigüenza.

Un magnífico desempeño que se plasma “en todo tipo de bajorrelieves, desde fieles reproducciones de fotografías o portadas de libros, a escudos heráldicos o, incluso, fósiles de dinosaurios”. “Cualquier idea es susceptible de cobrar forma en pizarra”, afirma Jorge Palero, quien ha llegado a labrar en este tipo de piedra las celosías de la iglesia románica de Santa Coloma, ubicada Albendiego.