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En presencia del propio Don Gerardo y con la asistencia del alcalde de Sigüenza, otros miembros de la corporación, Don Gerardo  y un nutrido grupo de familiares, vecinos y amigos se procedió en la mañana del 25 de enero a descubrir una placa en la casa de la calle de los Herreros número 18 de Sigüenza donde nació y vivió tantos años el homenajeado. Como dijo el alcalde, a don Gerardo se le podría denominar el cura albañil aludiendo a su labor en la iglesia de San Vicente y a que también era la profesión de su padre. Tras hacer una breve reseña del que fue párroco de San Vicente desde el año 1975 hasta el año 2011, haciendo mención a su loable abor de rehabilitación de la iglesia, José Manuel Latre cedió la palabra a Don Gerardo.

Don Gerardo agradeció la distinción a toda la ciudad de Sigüenza, destacando el hecho de que la concesión de la placa había sido aprobada por unanimidad de toda la corporación seguntina. Contó que en el año 1977 empezó a pensar en la posibilidad que detrás del revoco de la iglesia hubiera piedra de sillería aunque todos se empeñaban en desmentirlo. Tuvo la gran suerte de que el obispo de entonces Laureano Castán Lacoma accediera a que se hiciera una prueba para ver si era verdad la existencia de esa piedra. Tras largos años de obras al final se hizo realidad la rehabilitación de la antigua iglesia románica, con los sillares que ahora se pueden contemplar. Don Gerardo hizo hincapié en que su labor se basó en volver a dar su aspecto primitivo a la iglesia y que en ningún momento había hecho nada nuevo. Al respecto contó la anécdota de que “un señor me dijo que había hecho un tejado de paridera en la iglesia, yo le dije, no señor, he hecho un tejado de pares e hileras, que es la cubierta que se ponía en el siglo XII”. También señaló que en la restauración tuvo la gran ayuda cultural del padre de Marcos Nieto que le había asesorado en muchas cosas.