Democracia plasmática. Eliminación de la presencia física de diputados para ahorrar en dietas de desplazamientos y evitar posibles asedios al congreso. En los escaños se instalarían pantallas de plasma y los debates se harán por videoconferencia.
Conversión del Senado en parque temático. Los senadores vestirán túnicas romanas y se bañarán en público en la piscina construida en el hemiciclo. La tasa por asistir el espectáculo se destinará a sufragar la institución dotándola de una función social.
Esponsorización de la monarquía. Sería fácil conseguir el patrocinio de algún emirato árabe rico en hidrocarburos para contribuir al sostenimiento de la corona. Los miembros de la realeza tendrán que portar el escudo del petroemirato correspondiente en sus actos protocolarios.
Adelgazamiento del sector público. Prohibición de que los funcionarios desayunen en horas de trabajo y régimen estricto de plato combinado cuando tuvieran que quedarse por la tarde a revisar expedientes.
Optimización del cuerpo de bomberos. Con objeto de ahorrar combustible y de que estén siempre en forma, deberán desplazarse siempre en bicicleta, estando obligados a portar el casco reglamentario.
Viabilidad de las pensiones. Invertir la hucha de las pensiones en Eurovegas y otros casinos similares con objeto de generar ingresos y de paso reactivar la economía en un sector estratégico nacional como son los juegos de azar.
Potenciación de la marca España. Los embajadores deberán portar siempre la camiseta de la selección de fútbol con el escudo del toro de Osborne para intercambiarlas con sus colegas de otras nacionalidades por otras camisetas similares en las presentaciones de credenciales.
Despidos flash. Flexibilidad máxima en los despidos usando las nuevas tecnologías. Los trabajadores podrán ser despedidos si el empresario sufre una leve depresión con un simple clic de ratón o pulsando la tecla Esc. También existe una aplicación para móvil que realiza la misma función.
Política monetaria deflacionista. Supresión de los billetes de 500, 200, 100, 50, 20, 10 y 5 euros. Las transacciones se realizaran solo en moneda fraccionaria, algo que sería suficiente dado el vertiginoso crecimiento a la baja de los salarios.
Apoyo a emprendedores. A los dispuestos a emprender la huida del país se les facilitará un kit de supervivencia compuesto de un manual de aprenda un idioma en 7 días y un pack de yogurts caducados con los que subsistir antes de utilizar los comedores colectivos del país huésped.
Mercado de listas de espera en Sanidad. Se facilitará la compraventa de salud entre los usuarios mediante el comercio de listas de espera. Un usuario cuya lista de espera fuera muy corta podría revender su puesto a otro con una lista de espera larga y con el dinero así recibido derivarse a la sanidad privada.
Creación de un “colegio malo”. La enseñanza pública se dividirá entre colegios de excelencia que, una vez saneados, podrían ser privatizados para generar ingresos y colegios malos, en los que se acumularían los estudiantes tóxicos hasta que se incorporaran a algún trabajo basura.