Ante el anuncio del previsible cierre de líneas de ferrocarril de media distancia en nuestra comarca proponemos la creación, a la manera del Tren Medieval a Sigüenza, de otros trenes temáticos encaminados a poner en valor estas líneas que hoy languidecen en el olvido.
Tren tortuga del Jurásico. De Madrid a Torralba. El tren pararía en todas las estaciones y apeaderos de su trayecto. Tras ocho horas de viaje, los pasajeros podrían hacerse una foto junto a los restos de ejemplares de Elephas antiquus situados entre esta localidad y la cercana Ambrona. (Aunque no tengan nada que ver con el jurásico y sean del paleolítico siempre se podrá argumentar que son muy antiguos).
Henares Express. De Alcalá de Henares a Horna. En el trayecto, a la manera de Agatha Christie, se perpetraría un crimen auténtico en el que los viajeros podrían ser testigos o incluso adoptar tanto el papel de criminales como sufrir el de víctimas. El Henares Express se consideraría de alto riesgo por lo que los viajeros tendrán que contratar un seguro de vida y hacer testamento antes de la salida.
Transfronterizo Guadalajara-Soria. En el transcurso del viaje el tren será asaltado en la frontera entre las dos provincias por partidas de banqueros armados de órdenes de desahucio. Los pasajeros deberían firmar antes de subir al tren una declaración de bienes eximiendo a la operadora ferroviaria de toda responsabilidad por su posible confiscación.
Tren Incivis gótico o paranormal. En su trayecto entre Madrid y Sigüenza el viajero sufriría todo tipo de sobresaltos y paradas no reglamentarias. Habría de todo: aparición de ectoplasmas en los vestíbulos, zombis pululando por los pasillos, levitación y psicofonías de antiguos presidentes de gobierno pugnando por volver a la vida política a la llamada de la güija. Esta línea de Madrid a Sigüenza podría establecerse los domingos por la tarde para coincidir con la presencia de alumnado interno del colegio Safa-Ursulinas de Sigüenza.
Tren trashumante ovejero. De Madrid a Calatayud. Llevando al extremo las ideas sugeridas por un perspicaz político provincial de mezclar viajeros con mercancías, el ovejero sería un tren mixto con ganado lanar y personas humanas mezclados en los vagones en una proporción de dos ovejas por persona. Los urbanitas tendrían la posibilidad de familiarizarse con el mundo rural y descubrir la diferencia existente entre las ovejas churras y las merinas. Al utilizar los viajeros la lana de las ovejas para calentarse, la operadora podría ahorrar costes en calefacción.
Tren estrella virtual. De Madrid a Madrid sin pasar por Guadalajara. Se trata de un tren low cost para la compañía pero sin embargo los usuarios deberían pagar los avances en I+D incorporados, que incrementan la seguridad del viajero al 100%. Los pasajeros accederían a la realidad virtual lo que les haría viajar, sin necesidad de moverse de su estación de partida. Para dar más realismo a la experiencia, el viajero colocándose unos cascos podría visitar todas las localidades de la línea Madrid-Barcelona y oír desde su butaca en tiempo real cada cierto tiempo amenas conversaciones de móvil.
Lo que habría que evitar es recurrir a medidas populistas como bajar el precio de los billetes a la mitad y convertir la línea en un servicio público. Eso provocaría una avalancha de viajeros obligando a habilitar más líneas y a reabrir las estaciones cerradas con el correspondiente coste en recursos humanos. La medida agravaría la situación de las autopistas radiales de peaje haciendo que su necesario rescate con dinero público resultara mucho más costoso. Además sentaría un mal precedente en el sistema de concesiones a infraestructuras inútiles que tan buenas comisiones reporta a nuestros gobernantes.