¿Sabe usted ya tres idiomas y chapurrea otros cuatro en la intimidad? ¿Lleva un tiempo coleccionando másteres sin que le llegue ninguna oferta de trabajo? No se preocupe, ante el desolador panorama laboral del país está claro que su única solución es emprender la ilusionante carrera de emperdedor.
¿Cómo se consigue hacerse un emperdedor de la vida? Muy fácil, para empezar tiene que acumular una buena suma para pagarse las correspondientes cuotas de la seguridad social antes de que le llegue algún encargo, si no lo hace así puede acabar arrojado a las tinieblas de la economía sumergida con el estigma que eso provoca.
A continuación olvídese de cualquier tipo de privilegios sociales, como la jubilación y la prestación por desempleo, resultan muy caros y problemáticos en los tiempos que corren, no olvide que entre todos tenemos que contribuir a adelgazar la economía para poder competir con los chinos y otras etnias emergentes. Además procure hacer dieta sana, no beba alcohol y vaya al gimnasio con regularidad para cuidar su salud porque usted no tiene derecho a ponerse enfermo, a partir de ahora tenga en cuenta que la salud es solo para quien se la trabaja.
Debe ser consciente que solo echando horas a destajo puede llegar a ser suficientemente competitivo para que le hagan algún encargo o cuenten con usted para algo. Le aconsejamos que trabaje como media veinte horas al día, los expertos laborales consideran que no es necesario dormir tanto como lo hacemos por costumbre, con dormitar unas cuatro horas en un sofá es suficiente, el resto del tiempo dedíquelo a preparar su emperdeduría diaria. Puede trabajar mientras come o mejor dicho puede comer mientras trabaja, una solución es inyectarse un nutritivo suero comestible a las venas.
Considere los días de fiesta y el ocio como algo pasado de moda, a lo sumo enchúfese los fines de semana a algún partido del siglo o algún gran hermanastro televisado, eso le servirá para evitar pensar en su situación, especialistas en recursos humanos consideran que activar las neuronas es una actividad de alto riesgo para un emperdedor y puede causar profundos trastornos psíquicos. En cuanto a las vacaciones, olvídese de esa anticuada palabra, pertenece al vocabulario del siglo XX y es un verdadero obstáculo a la hora de resultar visible en mercado laboral globalizado.
Respecto a qué se puede emprender, no tiene más que echar un vistazo a su alrededor y ver cuáles son los nichos que la sociedad más demanda. Los más sugerentes tienen que ver con el mundo digital. Si se le da bien la tecla y es hábil en hacer clic puede dedicarse con muchas posibilidades de éxito al periodismo glamuroso, de esta manera podrá elaborar diariamente cientos de sueltos de pocas frases con títulos tan llamativos como: “El ombligo de Suzy Smith incendia internet” o “La erección de Paco en el vestuario revoluciona las redes sociales”. Otro nicho importante para los emperdedores es dedicarse a hacer apps para móviles, ya que no importa lo absurda que sea su aplicación, siempre encontrará el perfil de algún usuario al que le vaya la vida tenerla en su smartphone de última generación. También puede optar en las grandes ciudades por montar un negocio de aparcacoches inteligente con información a tiempo real de cuales son los resquicios que quedan por cubrir en las abarrotadas calles. Otro filón a considerar es orientarse al sector textil y dedicarse a la venta de camisetas para jóvenes con ingeniosas frases en inglés o que plasmen los colores de los diversos orgullos que puedan ponerse de moda por cuestiones políticas o deportivas.
Un emperdedor que se precie nunca se dará por vencido, perseverará en su trabajo, sin pensar en el retiro y solo descansará (en paz) en el propio nicho que con su esfuerzo haya contribuido a crear.