De cara al espectáculo electoral que se avecina un grupo de profesionales con probada experiencia en el campo de la manipulación de masas hemos creado un banco de titulares de impacto, el Titulator bank (el banco de los titulares influyentes). Nuestro objetivo es suministrar munición con el que dotar de armas dialécticas a políticos y periodistas.
De todos es sabido que gran parte de los lectores no pasan de leer los titulares de una noticia por lo que, si no los hacemos suficientemente atractivos, la eficacia persuasiva del mensaje se perderá irremisiblemente. Nuestro público objetivo es un sector de la población que no tiene ni tiempo ni ganas de descifrar el significado de un escrito de más de 30 palabras. Resumimos cualquier asunto, por complicado que sea, en un titular o en una frase, con lo cual el usuario puede dedicar el resto de su tiempo libre al disfrute de reyes de zarzuela, princesas del pueblo, grandes hermanos y pequeños nicolases.
Asesoramos sobre la utilización de términos polisémicos como “políticas reformistas”, “alternativas de progreso”, “propuestas razonables” o “actuaciones sostenibles” que hoy en día deben figurar en cualquier discurso que se precie. Pero también dotamos a estos mensajes vacíos del suficiente gracejo que los haga memorizables y susceptibles de convertirse de inmediato en tendencia de redes sociales. Como empresa de periodismo activo somos especialistas en retorcer vetustos refranes y en inventar frases ingeniosas como: “Panamá somos todos”, “Bajo las cloacas está la playa”, “Vótame y llámame tonto” o expresiones como la que hemos utilizado para incitar a la lectura de este artículo: “¡Cállate la boca, babosa!”.
Somos una central de medios que trabaja a sueldo del mejor postor para difundir rumores maliciosos, ennegrecer cualquier reputación y blanquear toda clase de noticias. Hemos creado una aplicación para móvil con los exabruptos que pueblan nuestro diccionario, clasificados por géneros y listos para ser escupidos en el momento preciso.
Nuestra aplicación se puede consultar discretamente en unos relojes inteligentes que hemos creado para permitirle difundir su agresión verbal en tiempo real. Ofrecemos también clases personalizadas de elocuencia agresiva, algo imprescindible para aumentar la audiencia tanto mediática como electoral. Otro servicio de valor añadido es el entrenamiento dirigido a políticos emergentes encaminado a dominar el arte de balbucear frases y estrechar la mano en las reuniones con el compi superior dinástico cuando sea necesario evacuar consultas en pro de la gobernabilidad del país.