Expertos del Ministerio de Fomento de Productos Transgénicos han creado un programa piloto de siembra de esporas modificadas genéticamente. La siembra dará lugar a la eclosión de unas setas especiales denominadas “Set-Up Exterminator” que tendrán como característica el autodestruirse una vez pasados 15 días sin que se hayan recogido. El objetivo es asegurar la presencia puntual de estos hongos en las fechas más oportunas prescindiendo de las variables condiciones meteorológicas y de las siempre antojadizas lluvias. Se trataría de que eclosionen simultánea y puntualmente “a demanda” en los fines de semana que se consideren más apropiados para el turismo micológico.
La siembra se realizaría utilizando aviones no tripulados, los cada vez más populares drones, experimentados con éxito por el ejército estadounidense para liquidar a presuntos terroristas. Esta experiencia previa puede ser útil para acabar tanto con la maleza y las alimañas como para luchar contra las poblaciones de recolectores ilegales de la zona objetivo, haciendo que las setas exploten cuando algún setero no autorizado se acerque a ellas.
La diseminación de setas manipuladas genéticamente, que tendrán su propia denominación de origen y su sello de calidad, además de contribuir al desarrollo transgénico rural, también puede ser utilizada para cumplir otros objetivos adicionales. Uno de ellos puede ser de carácter publicitario ya que las setas podrán llevar incorporado en su interior un reclamo visual o auditivo (o un lema propagandístico cuando se avecine una campaña electoral) de tal modo que pueda influir en quién las consuma para orientar su gusto a un determinado producto o en su caso a determinada marca electoral. Los colores de las setas también pueden convertirse en un activo de esta siembra controlada y se las podría dotar de colores vivos para lograr una mayor visibilidad para facilitar al máximo su recolección.
Por otro lado en el Banco Central Europeo están muy avanzados los estudios para la adopción del patrón trufa en sustitución del euro. Para luchar contra la deflación proponen liberar una gran cantidad de esporas de trufa transgénica de manera que inunden el mercado haciendo que baje así el prohibitivo precio del mercado trufero.
Más controvertida es la idea de dotar de un particular gen venenoso de amanita phallodies a ejemplares de las setas más apetitosas como el boletus, el níscalo o la seta de cardo para así dotar de una mayor emoción a la recolección, de manera que, como los populares pimientos de Padrón, unas maten y otras no. Los defensores de esta arriesgada propuesta buscan que se incluya esta modalidad de ruleta rusa dentro del hoy tan en auge turismo de aventura.