La especie de homínido que, en nuestra galaxia, se conoce vulgarmente como humanícola es un recurso presente de manera natural en el planeta tierra desde tiempos inmemoriales. Estas poblaciones no están protegidas por la ley sideral y desde hace tiempo se autorizan batidas para controlar su proliferación. Ahora se está valorando la oportunidad de explotar este recurso mediante la cría controlada en cautividad. Aunque el humanícola no está considerado como especie gastronómica, una adecuada selección de razas podría convertirle en una importante fuente de ingresos para los emprendedores de la galaxia. El incremento de la demanda de carne fresca de homínido en la Vía Láctea abre importantes perspectivas para el desarrollo sostenible del planeta tierra. La sobreabundancia de este tipo de recursos semovientes, que ha adquirido el carácter de plaga, es un activo importante que asegura la continuidad en el tiempo de este tipo de explotaciones.
La idea se basa en implementar macrogranjas humanícolas en régimen intensivo. El principal cliente objetivo es el importante sector hostelero presente en nuestra galaxia. A ello hay que añadir la demanda solvente de un segmento creciente de consumidores intergalácticos dispuestos a pagar precios más elevados por degustar platos con un valor añadido. Algo fundamental para maximizar la inversión es establecer una estrategia de posicionamiento que ponga en valor a este homínido diferenciándole de otros de inferior porte. Hay que decir que la calidad de las cabañas transgénicas de otros planetas no se acerca ni con mucho a la que puede ofrecer el humanícola autóctono con sello de calidad.
Esta actividad empresarial englobaría todo el ciclo productivo: cría, engorde, sacrificio, despiece, conservación y distribución. En el proceso resulta fundamental velar por el bienestar humanícola ya que su estrés durante el sacrificio redundaría en la pérdida de calidad del producto. No hay que descartar tampoco en este modelo de negocio el posible uso recreativo de humanícolas como puede ser su suelta en los festejos culturales de la galaxia.
Como cualquier inversión, las granjas humanícolas tienen fortalezas y debilidades. Las fortalezas son la creciente demanda de este tipo de producto en la vía láctea y el elevado precio que puede alcanzar en los mercados gourmet y en las tiendas de delicatessen. Como debilidades podemos citar los problemas sanitarios que conlleva la cría estabulada. Para obtener los mejores resultados a corto plazo se sugiere que en las granjas de engorde se emplee para cebar a los humanícola comida procesada y refrescos azucarados de cola. Otra debilidad es la existencia de productos alternativos en otros planetas a menor coste (la competencia de razas importadas del extremo oriente de la galaxia) y por último un mercado todavía inmaduro e inelástico.
En todo caso, antes de poner en marcha una granja humanícola con garantías de éxito, es necesario conocer todas las modalidades de explotación presentes en el sector, así como los distintos operadores existentes en el mercado (potenciales clientes, empresas de la competencia, proveedores, transportistas, posibles financiadores y prescriptores influyentes