Desde que estoy conectado a la red de redes me llegan a diario múltiples correos electrónicos que compiten ente sí con ofertas para solucionarme la vida. Sin ir más lejos, una tal Nena Diaz me pide que la ayude a recuperar cuatro millones de euros de un alijo propiedad de su querido esposo. Al parecer su precario estado de salud impide que pueda cobrarlos y me propone discutir con ella el porcentaje que me pueda corresponder. Será cuestión de pensárselo. Por su parte, Miranda la gitana me anuncia que tiene nada menos que cinco revelaciones urgentes que hacerme y para ello me ofrece una videncia personalizada, veloz y gratuita. Sin reponerme aún de la sorpresa me llega a continuación una misiva de Paloma, que al parecer ejerce de médium espiritista, asegurándome que cuando hace una promesa la cumple, algo que considero un verdadero alivio en los tiempos que corren. Me pide que le cuente mi principal preocupación asegurándome que puede ayudarme a corregir mi destino con una videncia gratuita, lo mejor de todo es que no debo pagar ni antes ni después, se supone que tendré que hacerlo en el instante en que mi destino empiece a enderezarse debido a su mediación.
Traumatizado como estoy por mi cada vez más escasa cubierta capilar, recibo esperanzado otro mensaje en el que me aseguran que, mediante un microinjerto robotizado, recuperaré mi propio pelo para siempre. ¡Qué alivio! Incluso me prometen un examen capilar gratis. Por su parte la doctora María López me ofrece nada menos que unas cápsulas herbales con extracto puro de algo llamado “garcinia cambogia”, al parecer estas cápsulas evitan la formación de grasa, reducen el apetito y aumentan los niveles de sorotonina para los comedores emocionales, ¿seré yo uno de esos comedores que a la vista de un cabrito se dejan llevar por las emociones? Me anima a probar las capsulas Sofía Birraux, oriunda como su apellido indica de Málaga, afirma que ella ha decidió probarlas y está feliz, al parecer ha perdido nada menos que 28 kilos y se siente estupenda. Habrá que probar.
Aún sin reponerme de las ofertas que velan por mi salud, recibo otro mensaje, esta vez preocupándose de mi economía. Se trata de Susana Rodríguez, que se presenta como jefa de recursos humanos de una multinacional, me anima a que gane dinero en unos minutos desde la comodidad de mi hogar. Al parecer dormitando en mi sillón favorito puedo ganar 300 euros al día con unos ingresos mínimos de 53.500 dólares al mes. Por su parte otra Rodríguez, esta vez Lorena ¿será hermana de mi anterior benefactora? me anima a dejar de ser un desechable recurso humano y convertirme yo mismo en un verdadero jefe de este tipo de recursos. ¿La fórmula? solo tengo que apuntarme a un máster online 100% becado. La beca contempla el 100% de la parcela pedagógica y lo único que no contempla son las tasas y los gastos de gestión, espero que se trate de los sellos. A continuación Valentina Rodríguez ¿la tercera de la saga? se ve en la obligación de recordarme que aún no he confirmado mis datos de entrega para recibir una TV curvo 3D y me conmina a que se lo confirme cuanto antes. ¡Qué despiste el mío, había olvidado que tenía encargada una asombrosa televisión en curva y en tres dimensiones!
Al final me ofrecen un curso de criminología preguntándome qué pasaría si fuera yo el que descubriera el crimen ¡no quiero ni pensarlo! pero lo que más me atrae de la oferta es que me preparan para trabajar en victimología. Creo que han dado en el clavo, es sin duda el curso que necesito para afrontar con éxito las ofertas que recibo diariamente en mi correo.